El requisito de no duplicidad de carreras, que el Gobierno aragonés volvió a introducir este año para evitar que la Universidad San Jorge pueda implantar carreras que ya existen en los campus de Huesca, Teruel y La Almunia, sigue en suspenso a la espera de que la Audiencia Nacional tome una decisión sobre él. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recurrió esta medida del Departamento de Universidad aragonés, y la Audiencia no solo la admitió a trámite, sino que estableció unas cautelares que obligaban a suprimir ese criterio y otros dos de la programación universitaria de la Comunidad hasta 2019.

Ahora, Competencia ha publicado un elaborado informe, que ha remitido a la Audiencia para apoyar su demanda. Más de 40 páginas que concluyen que no permitir autonomía a las universidades va en contra de los alumnos, los profesores y la sociedad aragonesa en conjunto. "Ninguna de las restricciones está justificada en los principios de regulación económica eficiente, por lo que deben ser eliminadas del marco normativo", reza el texto, que prosigue: "Los sistemas que bloquean la competencia entre universidades obtienen peores resultados en términos de calidad y eficiencia".

En su preámbulo, este dosier se refiere a las universidades en general, lamentando que la poca competencia en España, al contrario de lo que ocurre en Estados Unidos o el Reino Unido, ataca su calidad y no responde a la demanda existente. Además, subraya que las trabas de las administraciones a la competencia son uno de los motivos del "mal desempeño de los centros españoles en comparación con otros países". El informe también critica que "el sistema de tasas es ineficiente"; la contratación de personal, "muy rígida"; y el sistema presenta "falta de información sobre empleabilidad de los egresados o la calidad de la docencia y la investigación".

Pero, centrándose en la situación aragonesa, Competencia critica que su propio Gobierno restrinja la rivalidad entre la pública y la privada, lo que, según su estudio, tiene muchos efectos negativos. Entre ellos, nombra una menor disponibilidad de plazas y opciones, y no solo para los estudiantes, sino también para los profesores, que se encuentran con una menor capacidad de movimiento. "La programación universitaria prohíbe a la Universidad San Jorge incorporar enseñanzas ya impartidas en determinados campus, pero esa duplicidad ya existe dentro de la propia Universidad de Zaragoza en sus distintas sedes", argumenta la CNMC.

El informe dice también que un escenario distinto, como ocurre en Madrid o Barcelona, donde varios centros ofrecen los mismos estudios, aumenta la calidad de sus servicios y de su trabajo en innovación. "La restricción reduce la eficiencia. Y, a mayor competencia, más incentivos para desarrollar una gestión más eficiente", señala uno de sus párrafos.

Un aumento de la oferta

El organismo estatal cree que la implantación de la Universidad San Jorge ha beneficiado a los usuarios y, para ilustrar sus argumentos a favor de que la Universidad de Zaragoza y la San Jorge puedan repetir estudios, recuerda que algunas titulaciones se implantaron de manera novedosa en la privada –Periodismo, Traducción o Arquitectura– y la pública respondió incorporándolas después a su cartera de enseñanzas, lo que, en opinión de la comisión nacional, "muestra cómo esta competencia le ha permitido aumentar la variedad de su oferta".

Entre los datos que aporta Competencia para defender su demanda, se encuentra la cuota de mercado de la San Jorge, que ha crecido del 0,5 a casi el 20% en las titulaciones comunes en sus diez años de existencia, y que es del 70% en Fisioterapia o del 50% en Ciencias de la Actividad Física del Deporte. Sin embargo, también resalta que otras titulaciones como Periodismo se han reducido en el operador privado, una situación que se lee como saludable. "Demuestra que la competencia entre universidades es saludable y beneficiosa para los usuarios", destaca.

Como remate de esta exhaustiva memoria, Competencia señala que, "de haber estado vigente en el 2005 la prohibición de no competir en títulos ya establecidos, no se habrían materializado beneficios para los aragoneses". "La entrada de la USJ está dinamizando el mercado e incrementando la variedad y la elección para los usuarios (…). Limitar su entrada y expansión tiene efectos negativos en el bienestar social", concluye.