La apertura del almacén de material del Salud depende exclusivamente de un permiso municipal. El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, reconoció que confía en que el Ayuntamiento de Zaragoza les otorgue la licencia de actividad para poder poner en marcha cuanto antes esta nave de Plaza.

En una visita al centro de salud de La Almozara de Zaragoza, el consejero aseguró que en cuanto el almacén obtenga todos los permisos "se va a empezar a utilizar". "Es una manera de usar mejor los recursos. Tener un almacén permitirá depositar las compras centralizadas y distribuirlas al hospital que necesite el material", explicó Celaya, que aseguró que con este recurso se evitarán "los stocks de material excesivos".

La apertura del almacén central de Plaza se producirá tras un año de incertidumbre sobre su futuro. El anterior Ejecutivo anunció su puesta en marcha para junio de 2015, pero el Ayuntamiento de Zaragoza denegó la licencia porque el edificio incumplía la normativa contra incendios. Tras adaptar la nave, el nuevo Departamento de Sanidad ha pedido de nuevo el permiso municipal.

En ese sentido, fuentes del Consistorio zaragozano explicaron ayer que la licencia de actividad clasificada para el almacén del Salud está pendiente desde el 3 de junio de un informe del servicio de protección contra incendios. Concretaron que se tiene que comprobar si el Salud ha subsanado las deficiencias que localizaron en una inspección anterior.

Esta nave permitirá la compra centralizada de productos tan demandados como guantes, jeringas o pañales. No obstante, supondrá el cierre de algunos almacenes secundarios, como el del polígono Argualas que el Servicio Aragonés de Salud tiene alquilado y que suministra a varios hospitales de ese sector sanitario.

Por otra parte, preguntado de nuevo por las críticas de los sindicatos por el cierre de camas hospitalarias durante el verano, el consejero explicó que se han dejado inoperativas un 10% (unas 400) del total de la Comunidad. Negó que esto vaya a generar problemas, ya que recordó que tanto la población como la actividad sanitaria disminuyen en periodo estival. "Tenemos que ser muy cuidadosos con la utilización de los recursos. Si no hay actividad, no vamos a tener las camas abiertas. Además, hay que pintar plantas y hacer reparaciones y para eso hay que cerrar", concluyó el consejero.