Los accidentes de montaña en el Alto Aragón causan más muertos al año que los de tráfico

Los expertos echan de menos más campañas de concienciación para reducir la siniestralidad. Desde enero han perdido la vida 11 personas, el doble de fallecidos que en las carreteras de Huesca.

Rescate de un montañero fallecido en el Pico Mir de Benasque.
Rescate de un montañero fallecido en el Pico Mir de Benasque.

La temporada estival de rescates en la montaña (de mayo a octubre) se ha iniciado trágicamente. Solamente en el primer mes perdieron la vida cinco personas: un esquiador de travesía en Monte Perdido, un barranquista en el Vero, un piragüista en el río Ara, un practicante de rafting en el Gállego y un senderista alcanzado por una piedra en Riglos. Víctimas a las que hay que sumar en junio un escalador en una vía ferrata en Benasque. Y eso que el verano, la época con mayor concentración de accidentes (más del 70% del total), solo acaba de empezar.


A tenor de estos datos y los de los últimos años, la estadística de accidentes de montaña sigue una clara curva ascendente, hasta el punto de que ya supera las cifras de siniestralidad en la carretera, tanto en número de fallecidos como de sucesos y heridos. Si en 2014 se produjeron 23 muertos en actividades al aire libre, las incidencias en las vías interurbanas le costaron la vida a 22 personas. La tendencia se repitió el año pasado, con 20 y 16 fallecidos, respectivamente. También el total de rescates en la montaña (400 y 388) está por encima de los percances con víctimas en la carretera (275 y 301).


Este año la tendencia continúa, a tenor del balance provisional del primer semestre. Mientras se han producido cinco muertos en vías interurbanas, los especialistas de la Guardia Civil han recuperado ya once cuerpos de montañeros desde el 1 de enero y un excursionista está desaparecido.


La coordinadora de la campaña Montaña Segura, de prevención de accidentes (financiada por el Gobierno de Aragón, la Federación Aragonesa de Montañismo y Aramón), cree que existe una clara relación entre el aumento de rescates y el auge de las actividades en la naturaleza. No obstante, aclara Marta Ferrer, faltan datos de frecuentación para hacer un estudio comparativo. "¿Nos pasan más cosas porque somos más imprudentes o porque estamos más?", se pregunta.

"Falta un plus de seguridad"

El teniente Darío Álvarez de la Cal, jefe de los Grupos de Rescate e Intervención (Greim) de la Guardia Civil, reconoce que en los últimos 10 años ha habido un auge de la actividad en la montaña y "lógicamente más accidentes". Los excursionistas suelen ir bien equipados, afirma, "traen mejores materiales", pero en su opinión "falta un plus de seguridad cuando se hacen deportes de más riesgo".


En la temporada estival los accidentes afectan sobre todo a senderistas y barranquistas. Según un estudio realizado entre 2001 y 2011 en Aragón, más del 40 % de las personas atendidas por los equipos de rescate hacían senderismo. Por otra parte, el descenso de barrancos se practica principalmente con el buen tiempo. De ahí que la campaña Montaña Segura haga especial incidencia en esta época en difundir consejos sobre ambas actividades.

El 90% vienen de fuera

Las grandes campañas para prevenir la siniestralidad en la carretera no han tenido un símil en la montaña. Marta Ferrer echa de menos la incidencia en la prevención en las comunidades autónomas de donde proceden los turistas. "El 90% de los rescatados no son aragoneses, y es difícil llegar a estas personas. Solo podemos hacerlo cuando entran en el nuestro territorio y preguntan", señala, pero a veces ya es tarde.


"El tiempo que tenemos para interactuar con los visitantes de fuera de Aragón es escaso, desde que empiezan las vacaciones, y para entonces ya se han dejado el material en casa. Todos sabemos caminar pero existe poca conciencia de que esto pueda suponer un riesgo", añade Marta Ferrer. A través de las redes sociales y de la página web, se intenta promover buenos hábitos, pero lo ideal sería, afirma la coordinadora, "que el Gobierno central se tomara la seguridad en montaña más en serio, porque en el Pirineo catalán o los Picos de Europa también hay problemas".


La campaña Montaña Segura lleva 18 años dando consejos y cada día está más presente. En 2012 incorporó la Red de Informadores Voluntarios, personas en contacto con los turistas encargados de asesorarlos. Hoy suman 515, repartidos por el Pirineo, Guara o las sierras turolenses. La mayoría trabajan en hoteles, refugios o casas de turismo rural, pero también los hay en oficinas de turismo y centros de interpretación.

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