¿Quién cuidará de las petunias de Lambán?

El edificio Pignatelli ocupa cerca de 30.000 m2 en pleno centro de Zaragoza. La actividad diaria se desarrolla en los despachos y las salas de reuniones por los que cada día pasan varios cientos de personas, pero nadie se olvida de los más de 4.000 m2 de zonas verdes que alberga el complejo del siglo XVIII. Las macetas distribuidas por las estancias interiores tampoco caen en el olvido. Mantener en buen estado tanto los jardines exteriores como las plantas del interior requiere un trabajo y una inversión de varios miles de euros al año. Unos 35.000, concretamente.

Así se desprende de los pliegos del contrato del servicio de mantenimiento y reposición de plantas de interior y zonas ajardinadas, publicados hace unos días porque el Gobierno de Aragón está buscando una empresa que se haga cargo de los trabajos de la sede principal del Ejecutivo, y de otros cuatro edificios oficiales más, para los dos próximos años.

El presupuesto base de licitación asciende, para las dos anualidades, a 70.000 euros (sin tener en cuenta el IVA). La empresa que gane el concurso desarrollará el grueso del trabajo en el edificio del paseo de María Agustín. Allí deberá cuidar de unos 3.200 m2 de césped, árboles y arbustos del patio principal y de otros 700 m2 más de parterres repartidos por todo el complejo. También se hará cargo de las 65 macetas que están repartidas en los despachos del presidente y los consejeros y altos cargos del Gobierno de Aragón. Abundan, según se detalla en los documentos que acompañan a la licitación, los ficus benjamina, las yucas y los pothos. En la zona exterior, los árboles más abundantes son los plátanos de sombra y los magnolios. También hay pinos, acacias y hasta una sabina.

En el resto de edificios que se incluyen en el contrato prácticamente no existen zonas exteriores, tan solo unos 130 m2 en el edificio Maristas, situado en la plaza de San Pedro Nolasco. En las sedes de la plaza de los Sitios, la avenida de Ranillas y Vía Universitas, también incluidas en los pliegos, los trabajos se llevarán a cabo con las plantas de interior.

La empresa que resulte adjudicataria, de forma obligatoria, deberá subrogar a un trabajador que actualmente desarrolla las labores de jardinería. Se trata de una persona que tiene 16 años de antigüedad, con un contrato indefinido a tiempo parcial de 39 horas semanas y que tiene una categoría profesional de técnico ayudante. "Además de este trabajador", dicen los pliegos, "la empresa contará con cuatro personas con discapacidad igual o superior al 33% [...] para las tareas de limpieza, corte de césped, riegos, etc.".

Respeto al trabajo de los funcionarios

El servicio se efectuará de lunes a viernes "procurando en todo momento" no entorpecer las actividades de los funcionarios y usuarios de la zona. El estado de todas las plantas se comprobará semanalmente y se repondrán las mismas siempre que sea necesario. En el caso de las plantas de interior, la adjudicataria está obligada a reponer al menos el 33% de las mismas cada año, mientras que en el exterior deberá tener especial cuidado con los arbustos y reponer las lavandas del patio principal. También está obligada a utilizar abonos "que reduzcan el impacto ambiental en aguas subterráneas contribuyendo a la disminución del contenido de nitratos en el suelo".

Las empresas pueden presentar ofertas hasta el 12 de julio. La que resulte adjudicataria comenzará a trabajar antes de que acabe este año y hasta 2018.