Otros acusados en la Operación Molinos

El juicio por el caso La Muela, visto para sentencia.

Antonio Fando, administrador de Ente Gestor Nuevas Tecnologías del Agua (NTA). "Mi familia y yo hemos vivido siete años de pesadilla en los que he sido juzgado por la sociedad y mi sector profesional. No me he llevado ni un solo euro. No soy un ladrón ni un corrupto. Solo quería trabajar y he tenido la mala suerte de estar en el lugar equivocado y en el momento equivocado. He visto cómo personas han mentido a conciencia para lograr un beneficio personal".


Luis Mariano Montori. "Estuve obligado a hacer lo que hice (certificó al Ayuntamiento de La Muela una factura de 10.556 euros por unos trabajos de 3.185, diferencia que entregó al exconcejal Juan Carlos Rodrigo Vela) porque se me planteó ese trabajo así. Ese dinero fue para impuestos y lo ha recibido el Estado". Este acusado logró ayer que le sustituyan la pena de seis meses de cárcel por una multa.


Víctor Embarba Pinilla, hijo de la exalcaldesa: Hizo un relato de lo vivido a lo largo de la causa y cuestionó que se le haya involucrado en asuntos en los que él no tuvo nada que ver. Afirmó que se le implicó por su alto nivel de vida, algo que se podía permitir por su trabajo y el de su esposa. "Me han acusado de blanqueo de capitales por aceptar dinero de mi madre. ¿Qué se supone que tenía que hacer?, ¿ir a la Guardia Civil y decir que mi madre me ha dado una propina y que miren a ver de dónde salía?", cuestionó. Señaló que, aun así, decidió aceptar un acuerdo. "Tengo dos hijos pequeños, soy el motor económico de mi familia y no me puedo arriesgar a tres años de cárcel". Pero insistió en que no ha hecho nada y pidió al tribunal que lo absuelva.


Luis Ruiz, secretario del Ayuntamiento de La Muela. "Estoy satisfecho porque esto termine y quiero agradecer al tribunal su trato. No sé si ha habido dilaciones en esta causa, pero siete años son muchos. Yo jamás he perjudicado al Ayuntamiento y siempre he actuado buscando el interés general. Los secretarios nos regimos por principios. La manera en que se contrató el servicio de aguas (uno de los delitos que le imputan) no se podía hacer de otra forma".


Francisco Núñez, arquitecto municipal. "Como arquitecto, siempre he actuado con la voluntad y conciencia de no cometer actos irresponsables e injustos. Mi trato con la administración ha sido de gestión y para resolver procedimientos y siempre he tenido presente el principio del bien común de los ciudadanos".


Jorge Embarba Pinilla, hijo de la exalcaldesa. Justificó su patrimonio por su esfuerzo personal y recordó que empezó a trabajar con 14 años y con 15 ya pidió un crédito para montar una empresa. Subrayó que los inspectores de Hacienda le acusaron de tener su negocio como "lavadora" de dinero y vivir a cuenta de su madre, pero él lo rechazó de plano. "En 2009 (cuando surgió la operación Molinos) tenía cuatro empleados y, según todos, se lo debía a mamá. En estos momentos tengo nueve. Eso sí, sin ayuda de ningún banco porque, desde entonces, para ellos he sido escoria social". Mencionó la enfermedad de la ludopatía, por la que casi hipoteca su vida, aunque se alegró de haber salido de ella y conocido a buena gente. Deseó buena suerte a su madre y terminó agradeciendo al presidente del tribunal, Javier Cantero, que cada día haya sacado una sonrisa a todos los presentes en la sala.


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