-La fundación es joven, pero ya ha hecho muchas cosas...

-Apenas tiene seis años de vida, pero cuenta a su favor con la presidencia de honor del Rey y con un patronato con más de 60 empresas o patronos de primer nivel. Eso permite trabajar con seriedad y proyección.

-Siempre trabajando con los jóvenes.

-Nuestro objetivo es dotarles de herramientas para que puedan ser dueños de su futuro. Fomentamos el talento emprendedor entre los niños, premiamos a jóvenes normales que han hecho cosas extraordinarias y buscamos la empleabilidad.

-Si ahora no hay trabajo para casi nadie, ¿cómo se consigue para los jóvenes?

-Apadrinando talento. Así se llama uno de nuestros programas de mentoría social que está dando muy buenos resultados. Se centra en jóvenes que constituyen la primera generación de sus familias que accede a estudios universitarios y les buscamos un mentor entre los directivos de las empresas que están en nuestro patronato o colaboran con nosotros. En un país en el que muchos empleos se consiguen aún con contactos, no basta para estos jóvenes con que el ascensor social suba una planta. Hay que dotarles de más instrumentos.

-¿Y funciona?

-Sí. El 50% de ellos consigue un trabajo acorde con su profesión. El problema del empleo juvenil es complicado de resolver, y por eso es bueno tejer alianzas entre todas las instituciones públicas y privadas que estamos trabajando en ese campo. Nosotros tenemos un patronato de lujo y muy comprometido en paliar el problema. Pero está claro que no podemos crear 5.000 puestos de trabajo. Los jóvenes inquietos, eso sí, ven enseguida que lo que hacemos, en realidad, es ofrecerles oportunidades.

-Todavía hay muchos que abandonan nuestro país en busca de trabajo.

-Pero eso no es malo. Los jóvenes se van, y tienen que irse porque hoy el mercado laboral es el mundo. Les viene bien; es bueno para ellos irse una temporada fuera. El problema es que hay que crear condiciones para que los que quieran volver regresen cuando quieran hacerlo.

-Ahora se habla tanto de emprendimiento, que ya empieza a ser un concepto manido.

-Ya. Nosotros empezamos a utilizar esa palabra cuando casi nadie la empleaba aún. Pero fíjese en un detalle: a nosotros nos gusta hablar más de actitud emprendedora, que es algo que debe tener todo el mundo y en todas las facetas de su vida. Y no confundimos, como se hace mucho ahora, emprendedor con empresario. No son lo mismo.

-Su apuesta principal es por la educación.

-Lo que es necesario es innovar en las formas de enseñar a los niños. En este momento creemos que es muy importante generar profesores emprendedores que lideren en sus escuelas el proceso de innovación. Ya hemos formado en esa línea a 250 profesores que, al regresar a sus centros educativos, han mejorado la educación, según nuestros cálculos, de más de 12.000 niños.