¿Cuándo bajará el precio del aceite de oliva?

Menor oferta, mayor precio. Una de las reglas básicas de cualquier mercado ha tenido esta campaña en el aceite de oliva un ejemplo claro. Dos temporadas seguidas de bajas producciones a nivel nacional y los problemas de sequía han dejado a los distribuidores sin reservas de oro líquido, lo que hace que cualquier gota que salga del campo a partir de ahora cuente con un precio mucho mayor al que los consumidores podían encontrarlo hace solo unos meses.

El declive de la producción se ha instalado con fuerza en Andalucía y el sur de la península, la zona que produce aproximadamente el 85% de todo el aceite que sale al mercado a nivel nacional, pero los olivareros aragoneses también han visto cómo el año pasado sus olivos daban mucha menos aceituna que unos años atrás.

En concreto, los olivos aragoneses produjeron hasta el final del año pasado 10.320 toneladas de aceite según los datos de Cooperativas Agrarias. Son 4.000 menos que las que se produjeron de media entre 2013 y 2014, cuando hubo una cosecha de récord. Ante esto, el sector en la Comunidad -que apuesta por la calidad y la exportación para diferenciarse del aceite de las variedades del sur de España- cree que es difícil que a corto plazo los precios se relajen, aunque avisan de que es necesario para que el consumidor no busque sustitutivos.

Las diferencia de ayudas entre el sur de España y el resto ha condicionado siempre el precio

Los precios llevan desde mayo del año pasado sin bajar de los 4 euros el kilo para el consumidor en el caso del virgen extra, según el índice de precios que publica mensualmente el sindicato agrario Coag. Sin embargo, para los productores el precio que reciben ya no llega a ser tan alto. Si en agosto, cuando más caro se pagaba, se llegó a pagar a los olivareros también a 4 euros el kilo, ahora se está haciendo de media 3,28, pese a que de cara al público se sigue aupando hasta los 4,78 euros.

“Los precios se tendrán que estabilizar en algún momento. Si bien es verdad que en Aragón sería contraproducente que el virgen extra volviera a descender a niveles por debajo de los 3 euros, porque es el precio que necesitamos aquí para sacar beneficio. Hay que tener en cuenta que en la mayor parte de Andalucía tienen derechos históricos de la PAC en sus olivos lo que hace que puedan soportar mejor precios más bajos”, señala Joaquín Morella, olivarero de Belchite y representante del sector de Uaga.

Pese a que la incertidumbre sigue instalada, no solo en lo que queda de esta campaña, sino por lo que pueda pasar en la siguiente, el sector en Aragón -que apenas representa el 1,5% nacional- se posiciona de mejor forma debido a su apuesta por la diferenciación. “El año pasado tuvimos una cosecha de récord, esta ha sido algo más modesta aunque hay mucha diferenciación por zonas”, explica Juan Baseda, director técnico de la D.O. Bajo Aragón, que se extiende por 77 municipios aragoneses.

“Nosotros aunque con respecto al resto de España somos una producción muy pequeña, tenemos una variedad nuestra, y cierta independencia a nivel de envasado, lo que nos permite soportar mejor las tensiones del mercado”, señalan desde la D.O. del Bajo Aragón, una de las dos que hay en territorio aragonés -junto a la de Sierra del Moncayo- lo que indica la especialización del sector del aceite aragonés a pesar de su escaso peso nacional.

De momento, el olivar aragonés espera a ver cómo evoluciona el contexto nacional e internacional, porque una importante plaga también ha afectado a los olivos de Italia, segundo productor mundial. “El precio del aceite es como la bolsa y depende de multitud de factores, pero de momento parece que se mantendrá en los niveles actuales, aunque algo más relajados, a la espera de ver cómo se prevén las siguientes campañas”, señala Baseda.