La Policía Nacional interviene la cuna del belén de Sijena tras una denuncia de la DGA

La pieza permanece en Barcelona a la espera de que el juez competente decida sobre su destino. Cultura adoptó esta medida al saber que la pieza estaba en subasta, aunque la puja se anuló el lunes.

La cuna con el Niño Jesús que pretendía subastar una galería de arte de Barcelona.
La cuna con el Niño Jesús que pretendía subastar una galería de arte de Barcelona.
Setdart

De estar a punto de ser subastada a ser incautada y quedar bajo custodia en comisaría. Este es el camino que ha seguido en los últimos días la cuna de plata del belén del monasterio de Sijena. Apenas unas horas después de que el Gobierno de Aragón presentara una denuncia ante la Policía Nacional, esta procedió a intervenir la valiosa pieza en Barcelona, donde continúa depositada a la espera de que un juez decida su destino. Es la primera vez que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado llevan a cabo una intervención de este tipo y trasladan a dependencias policiales una obra de arte sacro aragonesa cuya pista se había perdido en Cataluña.


La operación para localizar y poner a buen recaudo esta valiosa pieza se produjo apenas unas horas después de que la DGA interpusiera una denuncia en la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Lo hizo después de tener conocimiento la pasada semana de que una casa de subastas barcelonesa pretendía venderla, empezó a estudiar la situación y concluyó que esta era la mejor vía para intentar recuperar una pieza datada entre finales del siglo XVI y principios del XVII y catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC), al pertenecer al cenobio sijenense, declarado Monumento Nacional en 1923.


Se considera, por tanto, que es una parte indivisible del monasterio, lo que hace que "cualquier donación o venta deba ser considerada nula". Tampoco es posible en este caso ejercitar el derecho de tanteo o de retracto, según sostienen tanto el Gobierno de Aragón como el Ayuntamiento de Sijena, que el mismo miércoles presentó una denuncia en los juzgados de Huesca para pedir que se investigaran la situación de la pieza de orfebrería. Y como medida cautelar, solicitaba el secuestro judicial.


Finalmente no ha hecho falta esperar una orden de los tribunales, ya que los agentes de Zaragoza requirieron rápidamente a los de Barcelona para que procedieran a "recuperar e intervenir" tanto el pesebre como la figura del Niño Jesús, tallada en marfil.


Y eso es lo que ocurrió ayer por la mañana. Efectivos del Grupo de Patrimonio de Jefatura Superior de Cataluña, con la colaboración de sus compañeros aragoneses, acudieron al domicilio de la persona que tenía en su poder la valiosa pieza, en la Ciudad Condal. Al parecer es uno de los herederos de una mujer que ayudaba a las monjas de Valldoreix, adonde las religiosas de Sijena se habían trasladado con parte de sus bienes a finales de los años 60. En 1972, la priora de la comunidad sijenense lo depositó en el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), pero lo sacó en 1993 la responsable de Valldoreix, que no tenía potestad sobre el patrimonio de Sijena y que supuestamente lo donó a su intermediaria en la venta de antigüedades. Allí se perdió la pista de la cuna hasta que hace unos días la galería Setdart la puso a la venta.


Pero cuando la puja trascendió la Generalitat exigió su retirada alegando que la obra de arte está incluida en el catálogo de patrimonio cultural catalán, por lo que el Ejecutivo sostiene que se le debería haber comunicado la operación. También la DGA y el Ayuntamiento reclamaron ser informados y advirtieron de su protección como BIC, que prevalecería. Ante este enredo, el lunes Setdart, que aseguraba que los vendedores habían aportado documentación que justificaba la donación, anuló la subasta, que debía concluir ayer por la tarde. La cuna estaba valorada entre 10.000 y 12.000 euros, y el lunes, antes de la suspensión de la subasta, ya se ofrecían 2.800 euros por ella.

"No se le imputa ningún delito"

Según informaron fuentes policiales, cuando los agentes se presentaron ayer en su casa, el actual poseedor de la pieza "no opuso resistencia" a su entrega y mostró su "total colaboración" con la Policía. No obstante, no llegaron a registrar la vivienda en busca de otros obras de dudosa procedencia. Esta medida sí que había sido solicitada por el Ayuntamiento en la denuncia que presentó en los juzgados oscenses.


Eso sí, la Policía aclaró que al actual poseedor de la cuna "no se le imputa ningún delito", aunque previsiblemente tendrá que declarar como testigo. Anoche los agentes todavía no habían acabado de tramitar las diligencias de la operación –coordinada desde Madrid por el Grupo de Patrimonio de la UDEF (Unidad de Delitos Económicos y Fiscales)– que deberán enviar en las próximas horas al juez de guardia de Barcelona. A la espera de conocer su decisión, parece que se inhibirá en favor de un juzgado de Zaragoza, donde se presentó la denuncia que originó la incautación de la pieza. El magistrado que se encargue del caso deberá determinar el destino de la cuna que Aragón reclama.


Pero la Generalitat también podría maniobrar para intentar obtener la custodia. Ayer se convocó una reunión de urgencia para estudiar el asunto, pero no trascendieron sus conclusiones.

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