Récord de las Urgencias del Servet con 195.000 atenciones en 2015

El servicio registra un incremento del 2% respecto a 2014. Unas 70.000 corresponden a Maternidad y al Infantil. El tiempo medio en la atención fue de cuatro horas.

El servicio de Urgencias del Miguel Servet (solo hospital General) atiende una media de 330 pacientes al día. Puede haber picos  en los se que superan los 400.
El servicio de Urgencias del Miguel Servet (solo hospital General) atiende una media de 330 pacientes al día. Puede haber picos en los se que superan los 400.
Aránzazu navarro

El Hospital Miguel Servet de Zaragoza acabó el 2015 con un nuevo récord de atenciones en el servicio de Urgencias. Casi 195.000 personas (70.000 de ellas en el Infantil y en Maternidad) recurrieron a este recurso, que año a año recibe entre un 1% y un 2% más de pacientes. Mientras, el Salud busca soluciones internas y externas para poder afrontar los picos asistenciales, que han llegado a superar los 400 enfermos algunos días de estas últimas semanas y que han generado protestas entre usuarios y trabajadores.


De momento, Sanidad ha presentado in extremis un plan de choque para paliar una situación que algunos trabajadores de Urgencias consideran "límite" y para la que piden medidas urgentes, que alivien la carga asistencial sobre el hospital más grande de la Comunidad.


Pero, ¿cómo funciona este servicio? Su magnitud y el volumen de atenciones quedan suficientemente demostrados a través de algunos datos. Más de 300 personas trabajan en Urgencias del hospital General (sin contar Maternidad y el Infantil) en turnos de mañana, tarde y noche. De estos, hay 96 puestos de enfermería, 80 de técnicos de auxiliares de enfermería y 42 facultativos (sin sumar residentes).


Aunque su organización desde fuera puede parecer caótica, todo (según asegura el jefe de Urgencias, Javier Povar) está ordenado y estudiado. El servicio funciona de una manera más regular de lo que parece e, incluso, son casi previsibles los días o los momentos de mayor demanda. En un día normal, la llegada de pacientes aumenta considerablemente a partir de las de 11.00, suele descender después de las 13.00 y vuelve a repuntar pasadas las 17.00. Además, es después de un fin de semana o un puente festivo cuando se producen los mayores momentos de saturación. El incremento de asistencias unido a la falta de camas disponibles para ingresar a pacientes genera un cuello de botella. "Es una cuestión de drenaje", apunta Povar.


De todos los pacientes que acuden a Urgencias, ingresan una media de 48 o 50 al día. Una cifra que se ha mantenido más o menos estable a lo largo de los años (representa un 13,98% del total de atenciones). No obstante, la falta de habitaciones libres obliga al Servet a derivar pacientes a diario al Hospital General de la Defensa (Militar) o a San Juan de Dios. Al año, llegan a trasladarse a otros centros unos 1.500.

Atenciones leves

Los profesionales no se atreven a culpar a la población de una sobreutilización de las Urgencias ni achacarles su saturación. Las cifras, no obstante, revelan que un 20% de los pacientes que recurrieron en 2015 a este servicio (hospital General) tenían dolencias leves que podrían haberse resuelto en un centro de salud (a un 19% se les clasificó con un nivel 4 y a un 1%, un 5).


Normalmente, son algunos de estos pacientes, con las dolencias menos graves, los que en algunas ocasiones soportan los tiempos de espera más largos. Trabajadores y usuarios han denunciado cinco o incluso seis horas de retraso en días de gran actividad y demanda.


Mientras, las estadísticas oficiales revelan que la media global de espera de los pacientes es de cuatro horas (desde que entra en el servicio hasta que el médico toma la decisión de que sea ingresado o dado de alta).


"Incluso en el 50% de los casos el problema queda resuelto en dos horas", puntualiza Povar, que insiste en que los enfermos de nivel 2 (de mayor gravedad) se atienden en 20 minutos. No obstante, consciente de que en algunas ocasiones las demoras pueden dispararse, el servicio ha puesto en marcha un sistema de revaluación de pacientes, con el que se constata si este puede seguir esperando o ha empeorado su estado y precisa atención inmediata.

Un trabajo "peculiar"

Toda esta presión asistencial repercute en el trabajo diario del personal sanitario. Algunos explican que hay momentos de "caos, estrés y ansiedad" difíciles de afrontar si no se cuenta con suficiente experiencia. Han pedido refuerzos en los momentos "críticos" y solicitan que se reconozca su labor. "Hay días que viene un enfermo tras otro durante todo el turno, con la responsabilidad que esto entraña. No puedes parar ni un segundo", asegura una trabajadora que reconoce que lo más difícil es llevar todos los pacientes en la cabeza. "Para trabajar en Urgencias tienes que valer. Es apasionante, pero también estresante en algunos momentos", añade otro. Ambos prefieren guardar el anonimato, sobre todo, por la difícil situación que han vivido las últimas semanas.


El sindicato de enfermería Satse ha denunciado en varias ocasiones la sobrecarga de trabajo que sufre el personal de Urgencias. Un servicio, que según el coordinador Javier Povar, tiene unas "peculiaridades" que no tienen otros.

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