Cien aragoneses han cogido la tosferina en el último año y muchos de ellos (aproximadamente el 30%) han sido bebés. Los datos revelan un repunte de la enfermedad en todo el país que, en el caso de la comunidad, deja hasta ocho veces más afectados de lo que solía ser habitual en los últimos años. El servicio de Salud Pública ya ha iniciado la vacunación de miles de embarazadas para prevenir el peor escenario (esta dolencia puede ser mortal en neonatos), aunque tiene que lidiar con la falta de suficiente ‘stock’ por los problemas para fabricar las dosis.

Cada año, los servicios de Salud Pública hacen un pronóstico de los casos que esperan registrar de las enfermedades de declaración obligatoria, teniendo en cuenta la media de los últimos cinco años. En la tosferina, la cifra que se fijó para 2015 fueron 12, ocho veces menos de los que finalmente se han contabilizado.

No obstante, el repunte se vivió ya durante el 2014. De hecho, en el 2013 se habían registrado en Aragón, en todo el año, 12 casos. Justo un año después, el 2014 se cerró con 54 casos. En los doce meses de 2015, han sido cien.

Durante los últimos meses, Andalucía ha notificado el fallecimiento de cinco recién nacidos de entre dos y ocho semanas de vida por la bacteria ‘bordetella pertusis’, y se han dado a conocer al menos otros dos fallecimientos similares, uno en Cuenca y otro en Madrid. Desde 2013 han fallecido por esta causa 10 niños en sus primeras semanas de vida, cuando hace 10 años no se contabilizó ningún caso.

Además, en el conjunto de España se han contabilizado 7.979 casos en 2015, frente a los 3.214 del año anterior. Es más del doble de afectados, una tasa similar a la de Aragón (100 actuales frente a los 54 del 2014). Como consecuencia, la mayoría de las autonomías han decidido reservar las dosis que tienen disponibles (entre ellas, las que iban dirigidas a niños más mayores) para vacunar a las embarazadas.¿Qué es

La enfermedad afecta a las vías respiratorias, es altamente contagiosa y está causada por la bacteria ‘bordetella pertussis’. Actualmente, según indica la Organización Mundial de la Salud (OMS), es una "importante causa de mortalidad infantil en todo el mundo, y continúa siendo un importante problema de salud pública incluso en los países con una alta tasa de vacunación".

¿A quién afecta?

Los lactantes y los niños pequeños son los que más la padecen, y en estos es más peligrosa, aunque también puede darse en adultos. Los primeros síntomas aparecen entre 7 y 10 días después de la infección, e incluyen fiebre, secreción nasal, vómitos y una tos que, al principio, parece la de un resfriado más, pero que se mantiene en forma de ataques que casi no dejan respirar.

¿Quién debe vacunarse?

Los grupos de riesgo son los niños y especialmente los recién nacidos durante el primer año de vida. Existe una importante evidencia de la efectividad de vacunar a mujeres embarazadas durante el tercer trimestre de gestación, para que la madre pase anticuerpos contra esta enfermedad a su hijo, hasta que éste alcance la edad recomendada para la primera dosis de vacunación.

¿Por qué faltan dosis?

La causa no está clara, aunque desde el ECDC, el organismo europeo de control de enfermedades, creen que se debe a una "reducción en las capacidades de producir el antígeno contra la tosferina". Ante esta situación, el organismo recomienda que se mantengan los programas de inmunización en recién nacidos tanto como sea posible, así como la maternal si existen opciones.

Aragón es una de las que ha decidido modificar el sistema de vacunación hasta que la situación se normalice y, hasta principios de enero, ya se ha vacunado a 1.475 mujeres en el tercer trimestre de su embarazo (se calcula que hay unas 12.000 gestantes al año en la comunidad). Está demostrado que, en las semanas de la gestación (a partir de la 28) las defensas y los anticuerpos pasan por la placenta de la madre al feto, que queda protegido hasta varios meses después de su nacimiento o, al menos, hasta que recibe la primera dosis en el calendario oficial, a los dos meses.

Como hay una seria escasez de la vacuna que sirve para este fin, la DTpa (vacuna antitosferina acelular, combinada también con la de difteria y tétanos), Salud Pública destinará a las gestantes las dosis reservadas a los niños de 6 años. Y a estos se les vacunará cuando haya suficiente ‘stock’: no corren peligro, porque ya han recibido a lo largo de su vida otras dosis que les inmunizan a través de vacunas hexavalentes y pentavalentes y, en cualquier caso, las consecuencias de la enfermedad no serían tan graves como las que sufren los bebés.

El problema de abastecimiento de la DTpa es global, ya que los laboratorios que la venden están teniendo dificultades para fabricar el antígeno y, de hecho, solo una de las compañías suministra actualmente a España. Por eso, Salud Pública está reservando ya todas las dosis que tiene disponibles e intentando hacer acopio de un lote suficiente como para garantizar que la vacunación se hace de forma completa y efectiva a las mujeres que la necesitan.

No obstante, tanto Sanidad como los pediatras llaman a la calma, ya que existe un protocolo claro de actuación y el volumen de casos no puede considerarse excesivo. El Comité de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría ha insistido en que todas las patologías infecciosas tienen unas ondas cíclicas y en 2015 esa onda ha estado en un momento alto. En la mayoría de casos cursa como un catarro, con un cuadro de tos y dificultad respiratoria que se suele prolongar durante más de una semana, y de forma esporádica se complica.