Ricardo Yubero ha creado con los años su propia 'República galáctica', una especie de santuario de culto de la saga de 'La Guerra de las Galaxias' en un rincón de su casa de María de Huerva. "Cuando vimos la película los de mi generación por primera vez no habíamos visto nada igual, salíamos con la boca abierta", recuerda este aficionado.

Tanto es así, que desde que acudió al cine Palafox con 9 años en el 77 y se adentró en la primera de las películas de la trilogía original, quiso quedarse en ese universo que se haría legendario y empezó a coleccionar. Ahora, más de 400 piezas entre libros, películas, legos, numerosas maquetas, muñecos, figuras de todos los tamaños y naves atestan sus vitrinas después de cuatro décadas coleccionando. "Sigo comprando pero ahora muy despacio, cosas muy pequeñas o que me traen amigos que salen fuera", cometa, entre otras cosas porque "ya no me caben más cosas, voy haciendo huecos como puedo, porque además de Star Wars sigo otras colecciones", apunta.

El personaje de R2-d2 en todas las versiones posibles es el que más se repite - en forma de vaso, de hucha, de jabonera o en figuras de Hasbro, las más codiciadas por los coleccionistas-, aunque también se ven muchos cascos de soldados imperiales, "son los que más me gustan", dice.

Pero entre los artículos que con más apego guarda se encuentra el primer álbum de cromos del año 77 con el que se hizo cuando era un niño. "De crío no tenías capacidad de comprar cosas, además de que en aquella época había un mercado muy limitado", recuerda.

Un paseo por esta galaxia entre las fuerzas del bien y el mal deja entrever la habilidad de Yubero con las maquetas, algunas pintadas incluso con óleos y aerógrafos, no solo por las innumerables naves de Star Wars que acopia, sino de otras películas como Allien, Terminator o Star Treck. "En total tengo más de 400, llegué a comprar un trastero para meterlas. Algunas están sin montar y no sé cuándo tendré tiempo para hacerlo", reconoce.

El reciente estreno de la última de las películas de la saga, 'El despertar de la fuerza', revive la magia del universo de Star Wars para este aficionado. "La he visto tres veces, y cuanto más la veo más me gusta; la primera vez me quedé como que le faltaba algo, pero luego vas descubriendo nuevos detalles", dice Yubero.

Con la nueva película ya ha puesto el ojo en su próxima adquisición, el tierno androide BB-8, muy famoso ya entre los fans incluso antes del estreno, aunque Yubero destaca: "Soy aficionado, pero no estoy obsesionado", y nunca ha se ha disfrazo ni llegado a estridencias, aunque reconoce que "si pudiera, no me importaría irme Los Ángeles, y participar en esos eventos mundiales que organizan".