​Quebrantahuesos pirenaicos que arraigan en los Picos de Europa

Siete ejemplares vuelan en la Cornisa Cantábrica gracias al programa de reintroducción de la especie que tiene en el territorio aragonés su población donante.

Quebrantahuesos subadulto sobre la nieve.
Quebrantahuesos subadulto sobre la nieve.
FCQ

El quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), ave declarada en Peligro de Extinción en el Catálogo Español de Especies Amenazadas (RD 139/2011) de la Directiva Aves se extinguió en los años 50 del pasado siglo de los Picos de Europa.


En España, la principal población se localiza en los Pirineos aragoneses, con 82 parejas, lo que significa el 40% del total de la población reproductora de Europa. A Aragón le siguen los pirineos catalanes con 38 parejas, Navarra con 8, y la zona de los Alpes con 39.


"Los quebrantahuesos son animales filopátricos, es decir, que vuelven a criar cerca del lugar que reconocen como su área natal", explica el presidente de la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos, Juan Antonio Kiko Gil, una característica que impone todo un protocolo para llevar a cabo el programa de reintroducción de la especie que se inició en el año 2010, y ahora tiene su continuación en el marco del Proyecto Life Red Quebrantahuesos 2013-2018, por el que se prevén liberar entre 20 y 25 ejemplares a lo largo de los años. "Veíamos que hay un flujo de ejemplares desde Pirineos hacia el norte de España, pero no se llegan a fijar al no haber una población estable y fija, los ejemplares llegan pero retornan de nuevo", apunta Gil.


Aunque los primeros pasos dados en el marco de este proyecto ya apuntan al optimismo y Casanova, un ejemplar aragonés que voló hasta las montañas asturianas, ya ha formado pareja con Deva, hembra de cinco años. Han hecho nido y se han estabilizado, ahora hay que esperar a que hagan su puesta y tengan pollos. "Los ejemplares estabilizados son como un polo de atracción para otros", apunta el presidente de la FCQ.Amenazas de la especie

En los Picos de Europa vuelan en la actualidad seis ejemplares liberados en el marco de este proyecto de reintroducción, al que se sumó el Casanova aragonés. El proceso de suelta es un largo proceso, que implica tomar el huevo del nido de la población donante, en este caso del Parque Nacional de Ordesa, que se traslada al centro al Centro de Cría del Quebrantahuesos en Aislamiento Humano (CRIAH) del Gobierno de Aragón situado en la Finca de la Alfranca (CIAMA-Zaragoza), gestionado por la FCQ.


Allí se incuban y nacen, y posteriormente se trasladan hasta la plataforma de adaptación instalada junto a un comedero en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde ven el comportamiento de otros ejemplares hasta los 80 días de vida. En una tercera fase de adaptación al que será su entorno de vida real, son trasladados a la plataforma instalada en el entorno de Benia de Onís, en Asturias, donde permanecen hasta los 120 días hasta su liberación definitiva. "Es fundamental hacer la suelta en el lugar donde se quiere que se asiente la población, está demostrado que tienden a criar cerca del entorno en el que nacieron", sostiene Gil.


Los estudios apuntan en el corto y medio a tres factores que afectan a la supervivencia del quebrantahuesos en España: su baja densidad de población - menos de 600 ejemplares-, su muy restringida distribución geográfica - la población original se limita a los Pirineos, aunque también se están llevando a cabo experiencias de reintroducción en Andalucía a través de cría en zoológicos-, y la dificultad para reproducirse y colonizar con éxito nuevos territorios, lo que hace que la población pirenaica sea vulnerable a los fenómenos demográficos y otros impredecibles. Está situación llevó a la puesta en marcha de planes de recuperación, como el aprobado por el Gobierno de Aragón en 1994, y otras acciones de apoyo a la conservación de la especie como este plan de reintroducción.

Estudio en el Maestrazgo


Entre las últimas acciones llevadas a cabo por la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos se encuentra la colaboración en un estudio encargado por la Generalitat Valenciana sobre la posible reintroducción de la especie en el Maestrazgo, elaborado junto con científicos de la Universidad de Valencia.


"El Maestrazgo y el Sistema Ibérico ha contado con la presencia de quebrantahuesos tanto en tiempos históricos como en tiempos recientes hasta que se extinguió", explican desde la FCQ.


En el trabajo, en el que se llevaron a cabo modelos predictivos de hábitat potencial, se obtuvo que una superficie de unos 1.470 kilómetros cuadrados poseían valores de idoneidad elevados para el posible asentamiento del quebrantahuesos en la región.


En concreto se identificaron tres áreas potencialmente adecuadas para iniciar un proyecto de reintroducción: las ZEPAs de las Hoces del río Guadalope, en Teruel, y las ZEPAS del Alt Maestrat, Tinença de Benifassà y la ZEPA de Penyagolosa, ambas en Castellón.


El estudio concluye que tanto el Maestrazgo turolense como el castellonenese reúnen "a priori" las condiciones adecuadas para poder abordar un posible futuro proyecto de reintroducción del quebrantahuesos.

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