Los aragoneses miran con ilusión el Gordo con más premios

Ya es 22 de diciembre y vuelve la lotería de Navidad. El día de mayor ilusión del año lleva a millones de españoles a seguir un sorteo que en esta ocasión reparte más premios que nunca. La dotación para el segundo premio asciende a 125.000 euros por décimo (frente a los 100.000 del año pasado), aunque todos los ojos estarán puestos de nuevo sobre la bola que guarda el tesoro más preciado: el Gordo dotado con 400.000 euros por décimo.

Los aragoneses no serán una excepción. De media, cada uno de ellos ha desembolsado cerca de 90 euros en décimos y participaciones, aunque son los oscenses los que más confianza tienen en su suerte, al invertir más de 111 euros, si se tiene en cuenta la consignación de números hecha por Loterías y Apuestas del Estado en la Comunidad.

En sus más de 200 años de vida, el Gordo ha caído en Aragón en 18 ocasiones, la mayoría en la provincia de Zaragoza que, desde 1815 hasta la última vez, en 2012, ha sido agraciada en doce ocasiones. En Huesca, la suerte del primer premio ha dejado una lluvia de millones tres veces, en los años 1963 y 2012, en la capital oscense, y en 2011, en la localidad de Grañén. Por su parte, en la ciudad de Teruel el primer premio cayó en los años 2002 y 2007, y en Alcañiz en 2007.

Entre los número más demandados, “los acabado en 15, por eso de la niña bonita y por el año en que estamos”, pero también en 13, que “es de lejos el más buscado”, o las “fechas señaladas para cada uno, como bodas o nacimientos”, explica Catalán.

Además, la venta por internet sigue creciendo. Según un estudio de Serviapuesta, la adquisición de números desde casa se ha incrementado un 12% respecto al año pasado, aunque tres de cada cuatro hacen sus compras una semana antes del sorteo, y el 21% apuran hasta las últimas horas.

En cuanto a los premios, hay que tener en cuenta que el 20% de aquellos superiores a 2.500 euros irá a parar directamente a las arcas del Estado. Un impuesto muy criticado, vigente desde 2013. Aunque en principio se aplicó de manera temporal, el Gobierno central se resiste a dejar de ingresar tal cantidad de dinero, lo que ha reducido las ventas, según los loteros.

Una liturgia y muchas curiosidades

Tras más de dos siglos de existencia, el sorteo de Navidad se ha convertido en una liturgia que comienza el día anterior, cuando se examinan públicamente las bolas que se introducirán en los bombos. Unas bolas que llevan el número grabado con láser, ya que la pintura podría desequilibrar su peso y alterar su aleatoriedad.

Después de los últimos preparativos, las puertas del salón se cierran por dentro, quedando como único acceso la entrada al estrado, cuyas llaves se reparten a tres personas diferentes. Las puertas se vuelven a abrir a las 8 de la mañana para que entren los espectadores hasta que se llene el aforo. Media hora después se constituye la junta que presidirá el sorteo, que comienza a partir de las 9.

Ya solo queda esperar a qué hora aparecerá el premio Gordo. El más madrugador se cantó en 2004 a los trece minutos de comenzar el sorteo (en el segundo alambre de la primera tabla) y el más remolón se repartió en 1990, ocho minutos antes de que finalizase el sorteo.