Tercer Milenio

En colaboración con ITA

El gasto en I+D deja de descender, pero se siguen perdiendo empleos

Tras años de retrocesos, la inversión ha crecido ligeramente, pero mantienn cifras bajas.

Neuromed, del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), accésit de los Premios Tercer Milenio en la categoría Investigación y futuro.
Neuromed, del Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), accésit de los Premios Tercer Milenio en la categoría Investigación y futuro.

Desde 2010 el dinero destinado en Aragón a Investigación y Desarrollo (I+D) no ha hecho más que descender. Una tendencia que parece estar empezando a cambiar. Según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2014 se produce el primer repunte después de años de retrocesos. En concreto, se gastan casi 300 millones de euros, lo que no supone ni un 1% más en comparación con el año anterior.


Lejos quedan aquellas inversiones que superaban los 370 millones y que provocaban que hubiera más de 7.100 empleados en el sector y casi 4.900 investigadores. Eso sí, no son empleos concretos, sino que la estadística contempla el número de empleados a jornada completa, lo que supone que si hay dos investigadores con media jornada, el estudio considera que hay uno a completa. De este modo, es muy probable que haya más empleados en este sector de los que se enumeran en la estadística, ya que alguno puede tener un tercio o una media jornada.


"Desde 2010, la inversión en I+D+i ha tenido un comportamiento paralelo al descenso de la actividad económica general, lo que se ha traducido en una menor contratación de personal y en una reducción de las horas dedicadas", recalcan fuentes de la dirección general de Innovación e Investigación del Gobierno de Aragón. Con la estabilización económica, también llega la del gasto en investigación. 


No obstante, esto no se ve compensando con un mantenimiento del personal. Según este informe, el número de empleados ha descendido en 130 personas, mientras que hay casi una treintena de investigadores menos. En este caso, aunque continúa la reducción, ésta es menos aguda que en años anteriores. Por ejemplo, en 2013 se perdieron casi 400 investigadores y 600 trabajadores relacionados con el sector. "Esto se puede deber a que el pequeño incremento se ha dirigido a otros componentes del gasto como el fomento de la innovación, las infraestructuras, las mejoras organizativas, etc.", sostienen fuentes de la DGA. 


Por áreas, las empresas privadas son las que consiguen que no haya una mayor “sangría” de empleados y ayudan al ligero repunte del gasto. En concreto, han aportado más de 100 nuevos investigadores y la inversión ha crecido en 8,8 millones, superando los 170. “En estos casos suelen ser las grandes sociedades ya que son las que se empiezan a recuperar con mayor rapidez y deciden apostar por la investigación”, subraya Luis Miguel García, vicerrector de Política Científica de la UZ.


Como ejemplo pone a BSH, cuya inversión en la universidad se ha visto reforzada y su estrategia se centra en apostar por este sector. Según especifica la propia compañía, en el 2014 acrecentaron el área de innovación con la ampliación del centro de competencia de placas de inducción en Zaragoza.


Por su parte, las enseñanzas superiores, entre las que se encuentra la Universidad de Zaragoza, dejaron de gastar 3,4 millones en I+D durante el último año, con la consecuente perdida de 169 empleados del sector y otros tantos investigadores. “Es una tendencia que llevamos viviendo desde hace cuatro años”, sostiene García. Al mismo tiempo, resalta que se ha dejado de captar un 40 o 50% de dinero de proyectos europeos y nacionales, lo que se ha traducido en un descenso del 25% del personal investigador. “Todo esto se produce por dos razones: la reducción de los fondos públicos y de los privados”, puntualiza.


En el caso de los públicos, tanto las ayudas nacionales y regionales se han visto recortadas, mientras que los proyectos de la Unión Europea se han mantenido. “Por su parte, en el sector privado, a pesar de que las empresas siguieron apostando por la investigación, lo hicieron en menor medida”, expone. Asimismo, subraya que en estos años han continuado colaborando con el mismo número de sociedades, pero que la aportación ha ido bajando.


La administración pública aragonesa también ha ido perdiendo gasto y empleados. La inversión destinada a investigación se ha reducido en 2,5 millones el último año, mientras que el sector tiene en nómina 35 empleados menos y otros tantos investigadores. Las sociedades sin ánimo de lucro siguen el mismo camino con 158.000 euros menos. 


Todo esto, además de provocar que la comunidad haya perdido en innovación, ha generado un efecto negativo en la imagen que tiene en el exterior. "Hemos perdido capacidad para la atraer talentos. Si antes iban y venían muchas personas por temas de I+D+i; ahora se van, pero no vienen", recalca García. Por ello considera que un aumento presupuestario, lanzaría un mensaje positivo, "que ayudaría a mejorar esta situación". 


Un futuro ¿esperanzador?

En la Universidad de Zaragoza -aporta casi una cuarta parte de la inversión- se muestran esperanzados de cara a los próximos años. “La DGA ha mostrado su interés en apoyar la investigación, mientras que las grandes empresas empiezan a mejorar sus números, por lo que esperamos que, poco a poco, se vaya incrementando el dinero gastado en este área”, especifica el vicerrector de Política Científica.


De hecho, señala que si el incremento se empieza a producir este año, “todavía estamos a tiempo de revertir las deficiencias que ha habido en el sector en los años posteriores”.  De momento, el primer paso ya está dado. Los Presupuestos de la comunidad aumentan un 4,29% la transferencia básica a la Universidad de Zaragoza, que asciende a casi 150 millones de euros. Por su parte, los fondos para investigación e innovación crecen un 13,7%, ascendiendo a un total de 12,3 millones de euros.

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