Carlos López-Otín: "Nunca ambicioné premios ni bienes, pero sí conocimiento"

En mi primer viaje académico a Zaragoza tenía 16 años, hace más de 40, y hoy estoy de vuelta aquí para disfrutar de este honor tan grande. Vengo rodeado de los más queridos: la familia, mis discípulos, mis colaboradores, mis alumnos y mis amigos.

Le han dado muchos premios por su tarea científica, pero esto parece que es especial.

Nunca podré tener lo mismo. Aquí es donde se sembraron las semillas del conocimiento sobre mí. Y aquí tomé las decisiones de lo que fue mi futuro. Y fueron muy drásticas, porque, en principio, yo estaba destinado a volver a Sabiñánigo a trabajar en las fábricas. Pero tuve la oportunidad de abrir los ojos a un mundo nuevo científico y me fui. Después de dar tantas vueltas y periplos por el mundo, vuelvo aquí.

Eso es bueno... regresar.

Es algo más que bueno, es maravilloso. Yo nunca fui ambicioso de bienes materiales o recompensas de premios, sino sobre todo de conocimiento.

Pero sus premios corresponden a la investigación contra el cáncer y a mucha gente ayuda.

Cuando llega un premio lo interpreto en colectivo y plural. Nos da visibilidad y nos permite tener más recursos para el laboratorio. Este es un honor académico, y es el segundo que recibo. El primero fue muy especial también en la Universidad Menéndez Pelayo, un entorno donde he trabajado mucho. Aquí vuelvo al pasado pero mirando al futuro.

¿Cómo afronta la investigación del genoma en este tiempo de crisis económica? La sociedad depende de ustedes.

Podríamos contar cosas que no creeríais. Parecen de ‘Blade runner’.

¿Investigador o gerente?

Es en la dificultad cuando realmente no hay voluntad profunda de apostar por esto. Pero hoy vengo a hablar de la esperanza, como diría César Vallejo, hay algunas señales muy positivas que siempre proceden de la gente, de la sociedad civil y de los estudiantes, que nunca fallan. Espero que las instituciones estén a la altura.

¿La financiación de la investigación está más cerca de la sociedad civil que del Estado?

La sociedad civil no puede sustentar una investigación competitiva y los estados deben tener unos programas sólidos con las apuestas decisivas, sobre todo para los más jóvenes. A mis 28 años tuve un laboratorio y me permitió desarrollar con mucha fuerza desde el principio. Ahora es imposible esa tarea y me preocupa que ellos tengan las mismas oportunidades que nosotros. Es cierto que en los últimos años nos han apoyado de manera radical, como la Fundación Botín o la Fundación Cajastur, para nuestro laboratorio e instituto. Y algunas personas físicas, con nombres y apellidos, estarán hoy aquí, y se darán cuenta de que cualquier apoyo económico ayuda a que los proyectos de investigación salgan adelante.

¿Quién quiere que esté aquí con usted en el Paraninfo?

Aparte de la familia, quiero que estén los alumnos, y algunos han venido desde Oviedo. Me gustaría que los estudiantes de Medicina, Biología o Bioquímica, o cualquier disciplina de la Universidad de Zaragoza, comprobaran que es posible progresar en el camino de la ciencia.

Es un ejemplo para ellos.

Espero serlo, pero no soy el único, porque aquí hay grandes científicos. La Universidad de Zaragoza merece el apoyo que su historia se ha labrado. Aquí estudió y explicó Santiago Ramón y Cajal, el gigante aragonés más grande.

Ojalá llegue al mismo sitio que Ramón y Cajal con la investigación del plan genoma que han dirigido con Elías Campo.

No creo. Eso es una ciencia colectiva y el Premio Nobel hace honor a una contribución mucho más concreta. Si alguien quiere ganarlo tiene que hacer otro tipo de cosas, aparte de tener el talento infinito. Está lejos de nuestras aspiraciones y de nuestros deseos. En mi caso, esa palabra no está en el diccionario.

Concluida la primera fase de 500 enfermos de leucemia, ¿continúan otra etapa?

Ya empezó la segunda etapa con la búsqueda de las aplicaciones clínicas concreta. Más que eso, las funciones de los genes alterados por el cáncer y otras enfermedades hay que analizarlos en detalle y aprenderemos.

¿Qué cáncer no ha ganado en su batalla y a cuáles ha vencido?

El cáncer de pancreas, tumores cerebrales y algunos casos de pulmón son nuestros grandes retos. Hay progresos enormes en los de mama o en el de colon y hemos contribuido modestísimamente en algunos, como en los tumores líquidos y hematológicos. Más vendrán. En pocos días publicamos en Oviedo una investigación innovadora sobre el cáncer sin mutaciones.

Y su investigación en Zaragoza.

Tengo muchos contactos con académicos, científicos y experimentales en Zaragoza. Soy uno de ellos y habrá más contactos.