Fomento incluye una exigua partida para iniciar el desdoblamiento de la A-68 en 2016

Las máquinas apenas podrán avanzar porque se ha destinado menos del 10% del presupuesto total. El contrato se adjudicó el 16 de octubre, pero aún se ultima la expropiación entre Figueruelas y Gallur.

El tramo sin desdoblar de la N-232 concentra mucho tráfico pesado y una elevada siniestralidad.
El tramo sin desdoblar de la N-232 concentra mucho tráfico pesado y una elevada siniestralidad.
a. alcorta

El Ministerio de Fomento se comprometió a iniciar el desdoblamiento pendiente de la carretera de Logroño antes de fin de año, pero las máquinas aún tardarán en empezar las obras pese a estar ya contratadas porque todavía se ultiman las expropiaciones y la partida presupuestaria para 2016 es exigua.


La Dirección General de Carreteras adjudicó el tramo Figueruelas-Gallur (A-68) el pasado 16 de octubre, aunque ni siquiera incluyó un euro para iniciar los trabajos este año y los fondos previstos para el próximo ejercicio apenas darán para arrancar: la anualidad recogida en el contrato se limita a 4,1 de los 47,3 millones de euros del coste total, lo que representa tan solo un 8,6%. "Con este dinero difícilmente se podrá avanzar mucho, como ya se ha podido comprobar en varios tramos de la autovía entre Huesca, Jaca y Navarra", señalaron fuentes del sector de la obra pública.


El Gobierno central garantizó en septiembre al consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, que comenzarían los trabajos del desdoblamiento "este mismo año", pese a que en el propio pliego de cláusulas administrativas del concurso se recogía expresamente que para 2015 habría 0 euros. Y difícilmente pueden adelantarse las máquinas de las contratistas, la unión temporal de empresas formada por Ferrovial y MLN, porque todavía se debe montar el centro de trabajo, redactarse el preceptivo plan de seguridad y salud y preparar el informe arqueológico que garantice que no se verá afectado ningún yacimiento por el movimiento de tierras. Este último estudio técnico requerirá de unas semanas de trabajo sobre el terreno.


Fuentes cercanas al Ministerio de Fomento sostuvieron ayer que cualquier infraestructura comienza precisamente con estos trabajos previos, por lo que se estaría cumpliendo el compromiso dado. Además, señalaron que desde el punto de vista presupuestario podrían iniciarse las obras, puesto que la anualidad de 2016 puede aplicarse ya al último mes de este año.


El desdoblamiento de la N-232 comenzará, en todo caso, al ralentí por el propio calendario de pagos fijado por el Ministerio de Fomento, que se alarga hasta 2019. Para el año que viene solo se ha previsto 4,1 millones, aunque para el siguiente se ha comprometido a dar un empujón real a las obras al destinar la mayor anualidad de todas, 27,6 millones. En las dos siguientes, los fondos se han fijado en 8,3 y 7,2 millones, respectivamente.


Si no hay imprevistos ni se paralizan las obras como ocurrió con los gobiernos de Rodríguez Zapatero y de Rajoy en el caso de la autovía de Huesca, este tramo de catorce kilómetros de la N-232 estará desdoblado en 37 meses. Es decir, los coches y camiones se librarán de este punto negro de la red estatal entre finales de 2018 y principios de 2019.Más demora de Gallur a Mallén

Para lo que aún habrá que esperar más tiempo es para ver la conversión íntegra de la carretera de Logroño en autovía. El tramo comprendido entre Gallur y Mallén sigue pendiente de salir a concurso pese a que en este caso sí disponía de partida para haber iniciado las obras este año: el Ministerio de Fomento contaba con 4,5 millones.


La propia ministra, Ana Pastor, anunció después del verano que "en la segunda quincena de octubre" estaba previsto licitar este segundo tramo de la A-68, con el que se concluirá el desdoblamiento. A estas alturas, sigue pendiente tras haberse publicitado que el Consejo de Ministros había autorizado el gasto el pasado 20 de noviembre.


Lo que es una evidencia es que su puesta en servicio se demorará de nuevo, puesto que su finalización se planificó para 2019 y la partida se ha alargado hasta 2020, tal y como se puede comprobar en los presupuestos estatales aprobados hace dos meses. De este modo, hasta finales de la legislatura no se pondrá punto final a uno de los tramos de carreteras más peligrosos de Aragón, que suma 30 kilómetros desde Figueruelas a Mallén.


Para lo que no existen siquiera fechas es para desdoblar la misma N-232 en el extremo opuesto, entre Fuentes de Ebro y Valdealgorfa, de algo más de 88 kilómetros. La última actuación se remonta a 2011, cuando se inauguró la variante de Alcañiz. El coste estimado del tramo aragonés asciende a 459 millones de euros, según el estudio informativo de la autovía, que se remonta a 2009. Cuenta con la preceptiva declaración de impacto ambiental, pero la redacción del proyecto sigue pendiente de licitación.

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