Más de un millar de personas, convocadas por los sindicatos UGT, CCOO, CSI-F y Satse, han protagonizado una sonora pitada a las puertas de la Consejería de Sanidad, en Valladolid, para pedir la dimisión de su titular, Antonio Sáez, tras la suspensión de las oposiciones de enfermería, previstas para este domingo.

Armados con silbados, bocinas y cientos de banderolas de sindicales, los manifestantes, en su mayoría enfermeras, entre ellas algunas de las 20.000 que aspiraban a una de las 554 plazas de la oposición suspendida cautelarmente por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad, han cortado el tráfico del Paseo Zorrilla durante unos minutos y han pedido la dimisión de Sáez y que se les devuelva el dinero.

Se han unido a los manifestantes el secretario general del PSOE de Castilla y León, Luis Tudanca, que ha insistido en la dimisión de Sáez o en que le cese el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, y el líder de Ciudadanos en la Comunidad, Luis Fuentes, quien ha urgido la comparecencia del consejero en las Cortes para dar explicaciones, y ha advertido de que si no son convincentes también pedirán que dimita.

Aunque el consejero no ha respondido al grito de "atrévete a bajar" que le han lanzado los manifestantes, en declaraciones a los periodistas dentro de la Consejería, frente a la que en esos momentos continuaba la protesta, ha indicado que ya ha pedido comparecer en las Cortes y que lo importante ahora "es intentar promover" lo que perseguía la oposición, que es "una mayor estabilidad en el empleo".

El consejero no ha considerado lo de dimitir "con ser muy respetables lo que algunos sanitarios hayan manifestado" ya que lo importante "es pensar en el futuro y dar una mayor estabilidad" al empleo, agotando al máximo las ofertas de empleo y de oposición, y en esa línea la Mesa de Empleo de Sanidad convocada para el viernes tendrá como primer punto este asunto.

La suspensión cautelar de la oposición por parte del Superior de Justicia de la Comunidad ha respondido al recurso planteado por la Administración del Estado por tratarse de plazas caducadas, ya que tras publicarse en la correspondiente oferta de empleo público habían transcurrido los tres años que legalmente hay para sacar la oposición.

Desde el sindicato mayoritario de enfermería Satse, su secretaria autonómica, Silvia Sáez, ha sostenido que por "cuestiones políticas" se sacó la oposición antes de las elecciones municipales y autonómicas cuando el consejero "sabía desde hacía meses y lo ocultó" la intención del Estado de recurrir, por lo que ha pedido al titular de Sanidad que dimita.

En la misma línea se ha expresado desde CCOO Nieves Martínez, que han acusado a la consejería de "obrar de mala fe y ocultar información", intentando además responsabilizar a los sindicatos; y desde UGT Pablo Vicente, que ha dicho que no van a consentir que ahora se "abra el ventilador para repartir responsabilidades", y ha denunciado "el engaño permanente" desde la Consejería.

El responsable autonómico de CSI-F, Carlos Hernando, ha lamentado que tanto el consejero como sus servicios jurídicos hayan permitido que la oposición fuera para adelante y ha criticado que Castilla y León no sea una comunicad de primera, como Asturias o Canarias, donde las oposiciones siguen en marcha, por lo que ha pedido un "trato justo" y una oferta pública de empleo "de verdad" y con todas las plazas e interinidades.

Tanto sindicatos como representantes políticos han coincidido en destacar el daño que se ha hecho a las 20.000 personas que debían presentarse a la oposición este domingo, con proyectos vitales que se han truncado y un gasto que Satse ha cifrado en más de 3.400 euros, entre cursos de formación, permisos sin empleo y sueldo, hotel y viaje, sin sumar los 24 euros de tasas abonados.

María del Mar y Ana son dos de esas enfermeras, ahora interinas, que llevan al menos desde mayo estudiando la oposición, quitando tiempo a sus familias e hijos, y han sostenido que hubieran entendido una suspensión por otras causas pero no por esta, que consideran una falta de respeto.

A ellas la noticia las ha cogido en Valladolid pero algunas de sus amigas, que trabajan en Londres como enfermeras por falta de trabajo en España, habían pedido un adelanto de las vacaciones de Navidad para poderse examinar, "con un sacrificio y planes" que ahora se ven truncados, han concluido.