Desde que comenzara la crisis económica allá por el año 2008, el Gobierno central se ha esforzado mucho en favorecer el autoempleo en España. Esta modalidad laboral, junto a otras como los contratos por horas, no es si no una herramienta más para maquillar unas cifras de desempleo que llegaron a adquirir tintes escandalosos. Entre las medidas estrella para fomentar el emprendimiento han estado las tarifas planas para nuevas altas en el Régimen Especial de Trabajadores Autonómos (RETA).

La apuesta del Gobierno, a grandes rasgos, le salió bien a juzgar por los datos. El 31 de diciembre de 2014, por ejemplo, Aragón tenía 2.000 autónomos más que un año antes. Es el segundo año consecutivo que la Comunidad gana empleados por cuenta propia. Muchos de ellos son jóvenes. Azotados como ningún otro colectivo por el paro, se han convertido en uno de los principales usuarios de las medidas en beneficio del autoempleo del Gobierno.

Los últimos datos facilitados por el departamento que dirige Fátima Báñez, correspondientes al pasado mes de septiembre, indican que en Aragón había 7.968 autónomos menores de 30 años. Más de la mitad están en la horquilla de 25 y 29 años, aunque hay un reducido número de valientes (296) entre los 16 y los 19 años.

El Instituto Aragonés de Estadística permite hacer un análisis más detallado de los datos. Así, es posible saber que hasta 3.055 de estos autónomos residen en Zaragoza capital, 265 lo hacen en la capital oscense y 251 en Teruel.

El resto está repartido por todo el territorio de la Comunidad, porque aunque joven autónomo es un concepto que suele vincular a empresas de nuevas tecnologías, moda o artículos de diseño, no siempre es así. En Aragón, cada año, un número considerable de jóvenes se dan de alta como autónomos para trabajar en el campo. De hecho, se superó la barrera de 500 nuevas altas, cifra récord. La falta de oportunidades en otros sectores debido a la crisis estaría detrás de este creciente interés por la agricultura y la ganadería, según organizaciones sindicales agrarias.

La tarifa plana, un aliciente

La tarifa plana de 50 euros (durante los primeros seis meses de alta) diseñada para emprendedores menores de 30 años ha mantenido en muy buenos datos las afiliaciones al RETA en Aragón. Pero no es oro todo lo que reluce. Esta tarifa reducida está limitada a los seis primeros meses y además exige que el autónomo que se beneficie de ella no tenga nadie a su cargo. Además, la cotización de 50 euros es teórica, en realidad se pagan más de 70 euros.

Los jóvenes, además de contra la inexperiencia en el mercado laboral, tienen que luchar contra elementos de todo orden y condición para dar viabilidad empresarial a su idea. Porque algunos titulares no dejan lugar a dudas: “Crear una empresa en España es más difícil que en Zambia”. “Aragón, una de las comunidades donde es más difícil hacer negocio”. “Los emprendedores españoles piden cambios legales y culturales”.

Víctor Laborda, un zaragozano de 25 años, ha demostrado no tener miedo a emprender. A su corta edad puede presumir de haber creado ya dos empresas. “Al principio todo lo que tienes cuando emprendes son gastos”, afirma el joven propietario de la empresa de fabricación y venta de gafas de sol Boodlife.