La Unión Europea negocia con África los mecanismos de repatriación de los refugiados

Los líderes de ambas regiones intentan cerrar las vías de entrada ilegal a Europa y buscan pactos de retorno y readmisión.

Angela Merkel habla con el presidente de Ghana, John Dramani Mahama, ayer en La Valeta.
Angela Merkel habla con el presidente de Ghana, John Dramani Mahama, ayer en La Valeta. Y. Herman/reuter
Y. Herman/reuter

Los líderes de la Unión Europea y de los países africanos celebraron ayer la primera jornada de la cumbre sobre inmigración con el compromiso común de "compartir responsabilidad" y respuestas para poner freno a la llegada de miles de inmigrantes irregulares a suelo comunitario. "No tenemos otra elección que ser socios, tener un diálogo franco, incluso en asuntos difíciles", admitió el presidente del Consejo europeo, el polaco Donald Tusk, en su intervención al inicio de la reunión de

líderes de ambos lados del Mediterráneo.


A continuación, el presidente de Senegal, Macky Sall, avisó de que "Europa y África no pueden ignorarse" y apostó por el diálogo y la apertura entre las dos regiones, al tiempo que ofreció "un espíritu de buena voluntad y de responsabilidad solidaria y compartida" para buscar soluciones a la crisis migratoria.


También intervino en sesión abierta la presidenta de la Comisión de Unión Africana, Nkosazana Diamini Zuma, quien pidió a los Veintiocho que Europa no sea una "fortaleza", sino que esté "abierta" a la llegada de migrantes por vías legales. E incidió en que las mafias que trafican con los inmigrantes son un "enemigo común" para ambas regiones.

Zonas "interdependientes"


A su llegada al encuentro, la alta representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, subrayó que "no es posible poner muros en el mar" y pidió "voluntad de trabajar juntos", porque se trata de dos regiones "interdependientes".


Los líderes de las regiones negocian en esta cumbre un plan de acción con medidas concretas para cerrar las vías de entrada ilegal a Europa, pero también para negociar acuerdos de retorno y readmisión que permita deportar a los países de tránsito u origen a los inmigrantes llegados a la UE y que no tengan derecho a protección internacional.


Sobre este punto, las delegaciones africanas son partidarias de poner el acento en el retorno "voluntario" de quienes no estén de manera legal en países europeos, mientras que los líderes de la UE insisten en que debe ser de carácter obligatorio. Fuentes de la negociación informaron de que el documento final hará referencia a que las devoluciones voluntarias deben ser la "preferencia".


Otra de las cuestiones clave de la cita en La Valeta es la creación del fondo fiduciario para apoyar a los países en África, al que los líderes de la UE se comprometieron a contribuir con aportaciones bilaterales hasta los 1.800 millones de euros. De acuerdo a los datos que ofrece la Comisión Europea, hasta el inicio de la cumbre solo se habían confirmado contribuciones por un valor total de 47 millones de euros, de los que España aporta tres.


Con todo, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, informó a los participantes que "25 países" han notificado formalmente que participarán, aunque fuentes europeas apuntan que las cifras no se conocerán hasta hoy.


"No todo es cuestión de dinero", aseguró al respecto Mogherini, quien incidió en que son necesarias medidas específicas en otros campos como "construir oportunidades", luchar contra las mafias y "proteger la vida de las personas".


En este sentido, prometió propuestas concretas "en los próximos meses" para construir canales legales de inmigración y explicó que el plan de acción que surja de la cumbre se deberá poner en práctica el próximo año.


En opinión del presidente de Níger, Mahamadou Issoufou, el fondo fiduciario contribuirá a paliar el problema, pero puso en duda que cubra "todas las necesidades" para corregir las causas profundas que fuerzan a los inmigrantes a poner su vida en peligro para alcanzar la UE. Por ello, se mostró favorable a reforzar la seguridad en los países de salida y tránsito, pero consideró necesario un plan para el desarrollo económico y social de África a largo plazo.


Por su parte, el presidente de Senegal, Macky Sall, añadió que es la responsabilidad de Europa dar apoyo a África para su desarrollo. "Nuestra vocación es la de desarrollar África, no enviar inmigrantes", defendió.

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