Omella, sobre la sentencia de los bienes de Aragón: "Sigo queriendo que se cumpla"

El nuevo arzobispo de Barcelona asegura que mantiene la misma opinión sobre el conflicto.

Juan José Omella, en Logroño al informar sobre su nuevo destino como arzobispado de Barcelona.
Juan José Omella, en Logroño al informar sobre su nuevo destino como arzobispado de Barcelona.
Efe

El nuevo arzobispo metropolitano de Barcelona, hasta ahora obispo de Calahorra y La Calzada-Logroño, Juan José Omella, ha afirmado que acude a su nuevo destino con "la mano tendida", con "una actitud de pastor" y, primero, con "la "actitud de abrir bien los ojos, de conocer y de escuchar".


Omella (Cretas, Teruel, 1946), en una rueda informativa en Logroño tras conocerse su nombramiento como arzobispo de Barcelona, se ha referido a un tema con cierta polémica en su nuevo puesto, como es el conflicto de los bienes de arte sacro aragoneses retenidos por Cataluña, y ha recordado que cuando fue obispo de Barbastro-Monzón, "ya decía que quería que se cumpliera la sentencia", y ahora, como arzobispo de Barcelona, "sigo queriendo que se cumpla".


Juan José Omella ha considerado que, después de ver, conocer y escuchar, "ya iremos viendo lo que la Iglesia de Cataluña ha ido haciendo a lo largo de estos años y lo que puedo impulsar yo también desde lo que sé y puedo hacer".


Ha recordado que sus profesores le decían que, cuando se llega de cura a un pueblo, "lo que también vale para los obispos", el primer año hay que "ver, oír y callar para impregnarte la cultura de donde vas" y "ojalá también lo sepa yo hacer en Cataluña y aprenda de las cosas buenas que tienen los catalanes, que son muchas".


Omella ha asegurado que se siente ya "muy unido" a sus nuevos feligreses, por los que reza desde que el nuncio le comunicó su nuevo nombramiento, y con los que desea caminar juntos.


"Tengo deseos de conocerles, les voy a tender la mano a todos y como Cataluña es una tierra muy acogedora (...), seguro que, cogidos de la mano, sabremos caminar y construir esa sociedad y esa Iglesia que, entre todos, tenemos que hacer, de esperanza para los hombres de nuestro mundo", ha asegurado. 


Su pueblo natal está a tres kilómetros de la provincia de Tarragona, por lo que siempre ha estado "muy cerca de las preocupaciones, inquietudes y forma de ser de Cataluña", aunque ahora está un poco distante de la problemática que vive Cataluña, aunque la sigue de cerca.


Ha reconocido que entiende a aquellos a quienes les gustaría que el arzobispo de Barcelona fuera catalán, pero "no pasa nada, nos iremos conociendo" y ha defendido que "el roce también crea amor".Como Paco Martínez Soria en 'La ciudad no es para mí"

?

Omella ha afirmado que no conoce bien su nueva Diócesis, pero hay retos comunes a todas, como lo relacionado con la pastoral misionera, la familia, los jóvenes, la secularización de Europa y ha aludido a la necesidad de un gran pacto social contra la pobreza, en la que todos trabajen juntos por el bien común.


Ha asumido su nombramiento, por un lado, con pena porque ya se siente como un riojano tras once años en La Rioja; y, por todo, con ilusión de un reto y una exigencia nueva, que acepta con alegría.


A ello ha sumado "cierto miedo" porque pasa a trabajar en una Diócesis muy grande y pueda haber "cierta falta de cercanía", por lo que ha ironizado con que en estos días se acuerda del actor aragonés Paco Martínez Soria, cuando decía que "la ciudad no es para mí".


El nuevo arzobispo habla francés, italiano y catalán y, respecto a este último, ha dicho que "hablo un catalán malo, como lo hablan en mi pueblo, chapurreao, pero me acaba de entrevistar un periodista catalán y dice que lo hablo bien", ha bromeado.


Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión