Aumentan los asesinatos en Aragón, pero baja un 6,3% la criminalidad respecto al año 2014

Aragón se sitúa un trimestre más como la sexta Comunidad Autónoma más segura de España –incluidas Ceuta y Melilla–, según se desprende de los datos sobre delincuencia difundidos ayer por el delegado del gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde. La tasa de criminalidad, que mide el número de delitos cometidos por cada mil habitantes, descendió un 6,3% hasta los 29,1 puntos, 14,7 puntos por debajo de la media nacional, que se sitúa en 43,8.

Por provincias, en Zaragoza la tasa se situó en 32, un 1,5% menos que el año pasado. En Huesca, la delincuencia bajó un 0,9% hasta los 22,8 puntos, mientras que en Teruel descendió hasta los 19,3 (-1,9%). El delegado del Gobierno agradeció las buenas cifras al "gran trabajo en territorio aragonés de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado: Guardia Civil y Policía Nacional".

Sin embargo, pese a la disminución generalizada de la delincuencia, el número de asesinatos y homicidios creció hasta siete casos en lo que va de 2015 frente a los dos que se produjeron entre enero y septiembre del año pasado. "Enero fue un mes aciago", explicó Alcalde, cuando recordó que se produjeron tres de los crímenes: el homicidio de un ciudadano dominicano en el barrio de Las Delicias, un hombre con problemas mentales que asesinó a su padre en Teruel y la muerte de un vecino de Calatayud a manos de su mujer.

En febrero, se produjo el homicidio de Fuentes Claras (Teruel), y en abril, un hombre acabó con la vida de su madre, que se encontraba enferma terminal, en la calle de Rodrigo Rebolledo de Zaragoza. Por otro lado, en junio mataron de una brutal paliza a un hombre en la plaza de José María Forqué, en la capital aragonesa. El último caso hasta la fecha se trata del homicidio producido en julio en Monzón, donde un hombre pakistaní murió apuñalado por su pareja sudamericana.

Alcalde defendió que la ciudadanía no tiene por qué preocuparse, ya que todos los casos se han resuelto o se han producido detenciones y se resolverán pronto. "La mayoría se han producido en el ambiente familiar y no tienen nada que ver con la seguridad en las calles", detalló.

Menos robos y hurtos

Entre todas las infracciones penales, el mayor descenso se dio en los robos con violencia o intimidación, con un 19,5% menos que en el mismo periodo de 2014. Por su parte, los robos con fuerza en domicilios bajaron un 9,5%; los hurtos lo hicieron un 5,6% y las sustracciones de vehículos de motor un 17,1%.

Respecto a los robos cometidos en explotaciones agrícolas y ganaderas –este verano preocuparon especialmente los relacionados con el cultivo de la almendra–, Gustavo Alcalde destacó una disminución del 16,7% respecto al año pasado. Los delitos relacionados con el tráfico de drogas experimentaron una bajada del 11,5%, mientras que los de daños disminuyeron un 8,7%.

Por "motivos técnicos", no se precisaron ayer cifras de los delitos sexuales. Según explicó Alcalde, esto se debe a la modificación del Código Penal, que ha cambiado la tipificación de ciertos delitos, y al proceso de adaptación de la agencia europea de estadísticas Eurostat a la ONU.