El juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza investiga las presuntas irregularidades denunciadas en el marco de la oposición de enfermería celebrada en diciembre de 2014, en la que presuntamente se habrían filtrado las preguntas. Sindicatos, organizaciones y particulares instaron al departamento de Sanidad a abrir una investigación interna tras la publicación de la lista de aprobados, ya que según el escrito de la Mesa Sectorial existía una "sospechosa relación de aspirantes que podrían tener algún tipo de relación personal con miembros del Tribunal o que ocupan cargos directivos del Servicio Aragonés de Salud".

La consejería, entonces bajo el Gobierno popular, inició el 14 de abril de este año las pesquisas pertinentes. "Se ordenó la práctica de una Información Reservada, con objeto de esclarecer los hechos planteados por las organizaciones sindicales y depurar las posibles responsabilidades disciplinarias que, en su caso, hubiere lugar, sobre las presuntas irregularidades", explica el Salud en una misiva a la Asociación para la Información y la Defensa de la Enfermería (AIDE).

Tres meses y medio después, el 27 de julio, se emitió el correspondiente informe en el que se exponen las conclusiones, que fue trasladado a la Dirección de Gerencia del Salud. Fue esta instancia la que envió el informe al Juzgado al existir diligencias previas. El resultado de la investigación interna se desconoce por el momento y no se ha facilitado a ninguna asociación ni particular.

La oposición está paralizada al ser objeto de investigación y, como consecuencia, la baremación no se ha hecho, con el perjuicio correspondiente para quienes precisan de los puntos para la bolsa de trabajo y para aquellos que perseguían obtener una de las plazas.

A la prueba, celebrada el domingo 14 de diciembre del año pasado, se presentaron 7.300 enfermeros de los 12.336 admitidos. Buena parte procedían de otras provincias. En total salieron 203 plazas a concurso.

Unas calificaciones "improbables"

La organización AIDE fue una de las que instó al Salud a abrir la investigación después de recoger más de 700 firmas entre el gremio. Su presidente, Eduardo Marín, fue uno de los llamados a declarar por la responsable de la investigación.

Marín asegura que "es prácticamente improbable que justo las cuatro personas señaladas obtuvieran unas notas tan altas en un examen tan complejo, y con diferencias tan amplias respecto al resto de calificaciones".

"Lo que verdaderamente nos hizo sospechar es que los sospechosos tienen relación directa, ya sea laboral, política o familiar, con miembros del Salud o de la anterior DGA".