Anécdotas de dos nuevos políticos en Moncloa

Iglesias se ha reunido con Rajoy en la Moncloa para compartir su visión sobre el debate catalán.

Rajoy e Iglesias a su llegada a la sede de la Presidencia del Gobierno.
Rajoy e Iglesias a su llegada a la sede de la Presidencia del Gobierno.
Efe

Camisa azul y pantalón vaquero gris, sin chaqueta ni corbata. Pablo Iglesias no ha cambiado su estilo ni se ha convertido en otro para entrar por primera vez en el Palacio de la Moncloa para la que también era su primera entrevista con el presidente Mariano Rajoy.


Y fiel a su estilo también, porque -como dice- le gusta regalar cosas, se ha presentado en la sede de la Presidencia del Gobierno con un regalo para el jefe del Ejecutivo.


Una edición de Juan de Mairena de Antonio Machado en dos tomos, acompañada de una dedicatoria en la que se dirige a Rajoy de forma cercana como "Estimado, Mariano", y en la que cita además unas palabras del escritor sevillano: "Para dialogar preguntad primero, después escuchad".


Lo decía Machado y este viernes se lo ha repetido Pablo Iglesias a Rajoy, queriendo simbolizar que en este momento trascendental que atraviesa España hay que mirar al futuro y salir del inmovilismo.


Iglesias, además, se lleva inmortalizado el momento en el que ha entregado su regalo al presidente, porque -en contra de lo que ha pasado con Albert Rivera por la mañana- Rajoy ha salido a las escalinata de entrada de Moncloa a recibirle, aunque no lo tenía previsto.


No ha podido desoir el emplazamiento del líder de Podemos para que saludara al equipo que le acompañaba y ha salido hasta la puerta. Y ahí ha llegado la foto, que han hecho y difundido los acompañantes del líder de Podemos porque el resto de fotógrafos ya esperaban en el salón en el que iba a tener lugar la reunión.


Ya en la sala Tapies, donde se ha producido el encuentro, Rajoy le ha ofrecido a Iglesias un café, que el líder de Podemos le ha agradecido mucho, aunque codo con codo en los sofás blancos y contiguos en los que se sentaban le ha dejado claro que no coinciden en "casi nada".


Pero eso ya lo sabían antes los dos, que sería una reunión que partía del desacuerdo y en la que no iba a haber punto de encuentro.


Dicho esto, Pablo Iglesias le ha reconocido a Rajoy su acierto de haber rectificado y haberle llamado para hablar de Cataluña porque cree que eso es reflejo de que el jefe del Ejecutivo se ha dado cuenta del cambio que se ha producido en el último año y medio en España y del papel que hoy representa Podemos.


Y el mismo Rajoy tiene la sensación de que esta reunión con el secretario general de Podemos no le pasará ninguna factura o, al menos, eso se desprende de sus palabras. "Nada perdí por haber tenido esa conversación", ha dicho el jefe del Ejecutivo.

Una conversación en la que Iglesias se ha sentido "cómodo" hablando de política con alguien que no piensa cómo el, pero con muchos años de experiencia.


Pablo Iglesias ha salido de Moncloa sin la impresión de haberse convertido en casta. "Casta no se es por el lugar al que uno va o en el que uno está, sino por el lugar al que uno vuelve", o por pasar directamente del Consejo de Ministros a un Consejo de Administración -ha dicho-.


Sea lo que sea la casta, Iglesias se ha marchado este viernes pensando que va a volver a esta sede como presidente y alguno hasta le ha escuchado despedirse de los empleados de Moncloa con un "hasta pronto".

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