Los alcaldes de la Ribagorza se movilizan para conseguir financiación estatal en la N-260

Dieciocho ayuntamientos, desde Graus hasta Benasque, están convocados mañana a una reunión en Castejón de Sos. Los Presupuestos de 2016 solo destinan 100.000 euros.

Los alcaldes de los municipios de la carretera N-260 no se han quedado de brazos cruzados viendo cómo los Presupuestos Generales del Estado de 2016 volvían a olvidar la mejora del Eje Pirenaico, destinando solamente 100.000 euros para el acondicionamiento de los 13 kilómetros que van Campo y Seira.


Casi una veintena de ayuntamientos de la comarca de la Ribagorza están convocados mañana a una reunión en Castejón de Sos con el objetivo de conseguir el aumento de la partida para poder licitar la redacción del proyecto.


Por ello, pedirán a los parlamentarios aragoneses en el Congreso de los Diputados y el Senado su apoyo a una enmienda que sea suficiente para garantizar el próximo inicio de las obras y una inversión plurianualizada (el coste calculado es de 76 millones de euros).


El tramo Campo-Seira, entre el punto kilométrico 388 y el 404 de la N-260, cuenta desde 2014 con la declaración favorable de impacto ambiental y la aprobación del trazado. Queda excluido el congosto del Ventamillo, de 1.300 km, donde solo se planteaba una ampliación de la plataforma actual mediante estructuras en voladizo hacia el río. El mismo documento de la declaración reconoce la estrechez de la calzada (4,5 metros en algunos puntos) y sus problemas de seguridad vial.


A la reunión de Castejón se ha invitado a 18 ayuntamientos, todos los afectados por la nacional. La mayoría pertenecen a la ribera del Ésera, pero también están convocados los del valle del Noguera-Ribagorzana, como Bonansa o Montanuy, cuyo tramo aún va más retrasado. La invitación se ha hecho extensiva a la presidenta de la comarca de la Ribagorza, Lourdes Pena, y a las asociaciones de empresarios con sede en Graus y Benasque.


La prioridad de las obras es "máxima", según el alcalde de Benasque (PAR). "Queremos llevar adelante las acciones necesarias para instar una enmienda a los Presupuestos Generales del Estado y que se contemple una partida suficiente para iniciar las obras. Que no se nos tome el pelo como se hace constantemente y que se ejecute el proyecto de una santísima vez. Ya va siendo hora de que tengamos una carretera decente, después de 100 años sin haberla cambiado", señaló José Ignacio Abadías.


"Estrecha, lenta y peligrosa"

Se trata, según el alcalde anfitrión, José Manuel Abad (PAR), "de hacer un frente común y de decidir los pasos a dar". Quiso dejar claro el carácter institucional y no partidista de la reunión, con un objetivo común, velar por la seguridad de una carretera "que en estos momentos no tenemos garantizada". La repercusión se nota más en el verano, época de mayor paso de vehículos, pero Abad recordó que también los proveedores y los empresarios que llevan fuera sus productos sufren una carretera "estrecha, lenta y peligrosa".


"Es la única solución para el valle, ahora mismo no tiene una buena comunicación, hay un tapón", declaró el primer edil de Chía, Enrique Barrau (PSOE), quien anticipó que estará mañana en Castejón de Sos para reivindicar junto al resto de representantes municipales la necesidad de acondicionar los 13 kilómetros de la N-260. "No pretendemos tener una autovía, pero sí queremos una carretera digna", apuntó Barrau.

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