La escuela forma a 25 pilotos en el aeropuerto y comenzará a construir un edificio en octubre

Airways Aviation espera sumar 40 alumnos este año, crear seis puestos de trabajo e invertir 335.000 €.

La escuela de pilotos vuela desde la pista de la terminal oscense.
La escuela de pilotos vuela desde la pista de la terminal oscense.
fernando paúles

Unos 25 alumnos reciben ahora formación en la escuela de pilotos Airways Aviation instalada en el aeropuerto Huesca-Pirineos. Desde que comenzó en pruebas en abril, esta compañía británica ha aumentado su presencia en las instalaciones de forma que la terminal ha dejado de estar completamente vacía para presentar otra imagen distinta, con una aeronave a punto de despegar en la pista, dos mostradores con la ventanilla abierta y alumnos con sus portátiles en las mesas del vestíbulo. El centro de formación intensifica su actividad con el objetivo de alcanzar los 40 alumnos en su primer año, seis puestos de trabajo y una inversión de 400.000 euros.


Con esta cantidad, está previsto que en octubre comience la construcción de un nuevo edificio de operaciones junto a los hangares, según explica el jefe comercial de Airways Aviation, Thomas Etridge. Además, se rehabilitarán antiguas instalaciones de la escuela de pilotos para convertirlas en el edificio de la academia, con aulas, cafetería... También está previsto que en sucesivas fases se trabaje en la nave de la residencia, para adecuar las antiguas estancias así como en otra adyacente para instalar simuladores de vuelo.


Mientras tanto, los alumnos se alojan ahora en el Aparthotel de Huesca durante las 14 semanas de prácticas del curso de piloto de transporte de líneas aéreas (ATPL), que tiene un coste total de unos 125.000 euros, y que permite trabajar como piloto de pasajeros, carga, aviación corporativa, fotografía... La formación teórica se imparte durante siete u ocho meses en Coventry (Reino Unido), donde se encuentra la base de la escuela, pero la fase del vuelo monomotor (la inicial) se realiza en la capital oscense.


Para la compañía es esencial que las 115 horas necesarias las puedan superar en el menor tiempo posible, lo que les permite ahorrar costes. "Es fundamental tener lo que llamamos una base de buen tiempo, porque en el Reino Unido es más complicado", comentan tanto Thomas Etridge como Pedro Ortiz, jefe de vuelo de la base de Huesca. Por ello, esta posición es "estratégica", ya que el número de cancelaciones por mal tiempo es prácticamente nulo.


Otra de las razones es que la licencia europea es la más prestigiosa del mundo, de forma que apuestan por hacer el entrenamiento completo en este continente, frente a su competencia que ofrece las ‘bases de buen tiempo’ en EE. UU. o Nueva Zelanda. Además, "este aeropuerto nos ofrece todo lo que necesitamos para la instrucción, porque tenemos una pista casi de uso privado y las instalaciones, que nos permiten alojarnos en el mismo lugar, ayudan a maximizar el entrenamiento", detallan. De hecho, se trata de un curso intensivo con unos seis días de trabajo a la semana durante 15 o 16 meses y sin vacaciones. Después, los alumnos regresan al Reino Unido para acabar la fase de vuelo de bimotor e instrumental.


Por otro lado, tanto la gestora del aeropuerto (AENA) como el Gobierno de Aragón "se han involucrado en el proyecto, por lo que es una ayuda extra para decidirnos por Huesca", señalan. Por el tiempo que llevan, "ha sido una decisión muy acertada porque los alumnos están muy satisfechos", comentan. Además, también se plantean abrir sedes en Madrid o Barcelona para extender su sistema de reclutamiento de alumnos, a partir de cursos de 14 semanas que ofrecen por ahora en Kuala Lumpun, Amán, Shangai, Yakarta, Beirut...


En estos momentos, la escuela de pilotos cuenta ya con cuatro aeronaves DA40 Diamond con base en Huesca y está previsto que llegue una quinta en los próximos días. Para el segundo año, a partir de abril, se plantea una inversión de 335.000 euros más y formar hasta 60 alumnos. En este periodo, se mantendrán los seis puestos de trabajo que prácticamente ya existen, porque a las cinco personas que trabajan en el equipo de Huesca se suma el jefe comercial que pasa en la base oscense parte de su tiempo.


Para el tercer año, se pretende incrementar la plantilla hasta 11 personas para atender a una media de 96 alumnos. "El número de gente que va a tener oportunidad de trabajar con nosotros va a ir creciendo, porque cuando tengamos el edificio de operaciones necesitaremos más personal", comenta Thomas Etridge. El acuerdo firmado tanto con la DGA como con AENA es para cinco años, con posibilidad de renovar por otro cinco más, pero su objetivo va incluso más allá.

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