"Ha sido algo difícil de explicar con palabras, un día que no voy a olvidar en mi vida", contaba Vicioso al finalizar la carrera de ayer, "correr arropado por mi familia, por mis amigos y mi club ciclista, por un trazado que conozco tan bien desde hace años, ha sido inolvidable". El propio Purito reconocía antes de subirse a la bicicleta que el conocimiento que el aragonés tiene de la zona les iba a ayudar mucho. No iba muy desencadenado el actual segundo clasificado en la general: consiguió mantener los 27 segundos de distancia con el líder, Fabio Aru.

Después de dos semanas transcurridas desde que la Vuelta 2015 comenzara en Puerto Banús, la mente de Vicioso estaba puesta en trabajar al máximo por ayudar a Purito a vestirse de rojo, pero su espíritu tenía ganas de llegar a Aragón: "Me siento muy motivado por correr en casa", confesaba hace unos días el de Alhama.

Finalizó la etapa en la 78ª posición, pero advirtió en días anteriores que sería una jornada para los velocistas, y así fue: "Todos han querido coger la fuga, pero yo he visto el perfil peligroso y al final he decidido no arriesgar", afirmó Vicioso, pensando en su clavícula, lesionada hace unos meses en el País Vasco.

Lo que sí que es seguro es que va a afrontar la carrera con un espíritu diferente a partir de ahora. "Pedalearé con mucha energía, con más motivación y muy feliz, pero sobre todo con ganas de llevar a Purito al liderazgo de la Vuelta", declaraba el aragonés en Tarazona, donde ayer concluyó el día más feliz en la ronda nacional de Ángel Vicioso.