Un gol a la exclusión en la India

Dieciséis jóvenes volun-tarios aragoneses han colaborado con unos 800 niños sin recursos de Bombay en actividades deportivas y didáctica.

Alumnos y voluntarios en un colegio de Bombay, durante una de las actividades.
Alumnos y voluntarios en un colegio de Bombay, durante una de las actividades.
COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Un viaje a la India puede cambiar la vida de un turista y, sin duda, la de los 16 jóvenes voluntarios, la mayoría estudiantes de la Universidad de Zaragoza, que este verano renunciaron a sus vacaciones para participar en una labor solidaria en el país hindú.


Un proyecto educativo a través del deporte, bautizado como ‘Football is Life’ y desarrollado por la oenegé Cooperación Internacional, en colaboración con la Fundación Atlético de Madrid y otras entidades, que ha llevado, por cuarto año consecutivo, clases de fútbol, informática y canto a cientos de niños y niñas de entre 6 y 17 años de Bombay.


Muchos viven en el ‘slum’ de Govandi –uno de los numerosos barrios chabolistas en los que habitan, aproximadamente, 11 de los 18 millones de ciudadanos de Bombay– y carecen de recursos básicos como agua corriente, a la que solo tiene acceso un 5% de su población.


Estos niños conviven a diario con la pobreza y "es muy complicado que salgan adelante", señala Pedro Herráiz, delegado de Cooperación Internacional en Aragón y coordinador del proyecto en la India. Con el objetivo de mejorar su situación, las actividades se centran en el deporte, ya que, según Herráiz, "es una herramienta estupenda para que los jóvenes puedan superar barreras".


Con balones, equipamiento deportivo y fútbol, los voluntarios de Cooperación Internacional consiguieron llenar de diversión tres escuelas de Bombay, durante los veinte días que duró el proyecto. "Nos recibían con una sonrisa de oreja a oreja", recuerda Herráiz. En las actividades, participaban niños y niñas por igual, todo un paso adelante para un país en el que la discriminación de género continúa muy arraigada.


"Queríamos incidir precisamente en eso y ayudar a disminuir la discriminación", añade. También extendieron su labor a un orfanato, donde, además de actividades deportivas, impartieron talleres de informática y canto, e incluso crearon un coro. En este centro, permanecieron alojados los voluntarios, conviviendo las 24 horas del día con niños huérfanos.


"Les cogemos un cariño muy especial, son como nuestros hermanos pequeños en la India. Uno de los niños llegó a decirme que cuando tuviera dinero vendría a visitarme a España", destaca Ignacio Ciprés, voluntario y estudiante de DADE en la Universidad de Zaragoza.


Felicidad en la adversidad

Además de la labor solidaria y educativa que se lleva a cabo con los niños de Bombay, este proyecto es una experiencia transformadora y enriquecedora para los voluntarios. "Supone salir de nuestra burbuja y darnos cuenta de que podemos hacer mucho bien. Vas con la idea de ayudar, pero ellos te dan muchísimo más y eso te hace aprender a valorar más las cosas, te hace el corazón un poco más grande", concluye Ciprés.


Con él coincide plenamente Alejandro Castro, voluntario y estudiante de ADE en el Campus de Teruel: "Aquí lo tenemos todo y en la India, sin tener nada, están felices. Y eso te hace cambiar como persona y valorar lo que tienes, vas a ayudar y sales ayudado".


Ahora, la oenegé Cooperación Internacional trabaja en la puesta en marcha de una escuela anual de fútbol, gestionada por voluntarios locales de la India, que, a partir del mes de septiembre, continuará su labor educativa a través del deporte en los colegios de Bombay.

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