Tiranía de Hamilton en Spa
El piloto de Mercedes logra su sexta victoria del curso, por delante de Rosberg y Grosjean. Fernando Alonso acaba en el puesto 13 y Carlos Sainz abandona.
El bicampeón del mundo no tuvo reparos en someter sin compasión al resto de sus rivales en la parrilla. Apenas mostró síntomas de debilidad para alzarse con la victoria en Spa-Francorchamps, la sexta de la presente temporada, y no mordió el polvo en los irregulares arreones con los que Rosberg amenazó con arrebatarle la primera plaza en carrera.
Lewis supo aguantar, al contrario de lo sucedido en Hungría, la primera posición con una buena salida y sacó músculo ante la insistencia del mexicano Checo Pérez por ganarle el puesto. No le fue tan bien a su compañero Rosberg, que cayó hasta la quinta posición y sintió el aliento de un Sebastian Vettel que ganó en carrera las posiciones que perdió durante la clasificación.
Controlado el primer giro, el de Stevenage dominó las 44 vueltas. Rosberg apretó y le puso al acecho. Una buena estrategia de Mercedes colocó al alemán cerca del británico, que sacó el hammer time para encadenar vuelta rápida con la que marcó las diferencias.
Ferrari, que cumplía 900 grandes premios, perdió todo su brillo a la salida de la histórica curva de Eau Rouge. A falta de una vuelta para terminar la carrera, Vettel no pudo celebrar su 150ª participación en un Gran Premio con un buen resultado debido a un pinchazo que puso en bandeja la hegemonía actual para Hamilton. Arriesgó en exceso la escudería italiana y pecó de osada. Sin Raikkonen en los puestos de arriba, penalizado con cinco puestos en la salida por cambiar la caja de cambios que rompió durante la clasificación, la apuesta era por potenciar el resultado de Vettel.
Escaló posiciones durante la carrera, amenazó con cierta timidez a Rosberg y llegó con estabilidad al último tercio. Su buen momento respondió a la estrategia de Ferrari en alargar lo máximo la posibilidad de acabar la cita a una única parada. Tanto Vettel como Ferrari acabaron por arriesgar en exceso para brindar a Grosjean la oportunidad de subir hasta el podio.
No fue un fin de semana bueno para McLaren, más allá de los 105 puestos de sanción 55 para Alonso y 50 para Button en la parrilla de salida con los que fueron penalizados. A pesar de las promesas de Yasuhisha Arai, jefe de Honda, sobre tener para esta carrera una unidad en un nivel similar a la de Ferrari, la dolorosa y cruda realidad que atraviesa por el momento la escudería de Woking es que solo los Manor rodaron más lento que ellos en Spa-Francorchamps.
Mientras, Fernando Alonso, que apenas pudo correr durante el viernes y el sábado, se esforzó lo máximo posible en disimular que su bólido se ve en pista como si se reproduciera a cámara lenta. Con déficit de motor y con una sensible unidad de potencia, el asturiano ganó ocho posiciones desde el mismo momento que el semáforo se puso en verde e hizo las piruetas necesarias para dar la talla en las largas trazadas del circuito.
Por su parte, Carlos Sainz fue el piloto español menos afortunado al retirarse a falta de ocho vueltas. El madrileño se quejó de falta de potencia.