Sergio Morate, el supuesto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, no tardó en huir de España mientras la sociedad se volcaba en la búsqueda de las jóvenes. Algunas cámaras pudieron captar el Seat Ibiza durante el viaje de Morate, quien realizó un itinerario bastante extraño. Quizá para despistar: desde Cuenca fue a Valladolid, después a Soria y desde allí a Zaragoza y Barcelona para salir de España por el puesto fronterizo de Port Bou (Girona). De esta manera los investigadores llegaron a pensar que se encontraba en Francia. Pero le perdieron el rastro. Entonces, sospecharon que podía estar en Italia.

Durante su recorrido, que según las fuentes realizó solo, no utilizó ni su teléfono móvil ni tarjetas de crédito para no dejar rastro. Pero su mayor error fue encenderlo ya fuera de España, quizá convencido de que ya en territorio extranjero no podía ser detectado por la Policía. Al parecer, usó el móvil en Austria para comunicarse con su amigo rumano Istvan Horvath, a quien había conocido en la cárcel y a quien dijo que se había perdido. Éste fue a buscarle hasta Hungría y desde allí ya juntos llegaron a la localidad rumana de Lugoj, en la región de Timisoara, donde Morate fue finalmente detenido.

El hecho de que el principal sospechoso haya sido detenido en Rumania está retrasando la investigación policial en España y, por tanto, el momento de culminar el rompecabezas de un doble crimen que ha puesto la guinda negra a un verano especialmente trágico.

Este lunes,  el Tribunal de Apelaciones de Timisoara ha dado su visto bueno a la extradición a España de Morate. "He emitido la petición de extradición del acusado y la entrega de sus bienes a España", anunció el juez Flavius Ionescu durante una audiencia y en presencia del acusado, quien tendrá ahora cinco días para recurrir esta decisión.