Abraham, Alcolea y Rubén quieren quedarse

El club valora esta opción como asumible en términos deportivos, pero obligaría a replantear sus respectivos salarios para no exceder el tope salarial de la LFP. Si al final los tres permanecieran en la plantilla, el equipo se cerraría como está.

Abraham jugó los últimos 20 minutos del Memorial Lapetra ante la Real Sociedad el pasado domingo. En la imagen, pugna con Concha.
Abraham jugó los últimos 20 minutos del Memorial Lapetra ante la Real Sociedad el pasado domingo. En la imagen, pugna con Concha.
a. alcorta

Abraham Minero, Pablo Alcolea y Rubén González, los tres futbolistas del Real Zaragoza a los que el club busca una salida desde el inicio del verano por motivos económicos y deportivos, han manifestado al club su voluntad de quedarse. Ninguno de los tres ha hallado hasta hoy y en las últimas seis semanas, a través de sus representantes, un destino seductor.


Las ofertas que han surgido en cada caso, no han convencido a los protagonistas, que están dispuestos a continuar en las filas del Real Zaragoza en esta temporada 2015-16, para la que tienen contrato en vigor.


A 11 días del final del mercado de fichajes y del remate definitivo de las plantillas, el caso de estos tres jugadores se ha convertido en la llave maestra que abra la posibilidad de hacer algún nuevo refuerzo. Solo si alguna de estas tres piezas de mueve hacia el exterior, especialmente en el caso de Abraham (cuyo salario este año supera los 500.000 euros), habrá posibilidades de acometer una nueva incorporación.


Si, al final, ninguno abandona el vestuario zaragocista de aquí a la medianoche del día 31, la plantilla quedará cerrada tal y como está ahora, teniendo en cuenta que, para que eso suceda, es obligado replantear a la baja sus respectivos salarios, en especial el citado e inasumible de Abraham.


En términos deportivos, la figura de que los tres estén dentro del equipo el 1 de septiembre sí se contempla como factible. Abraham, como ha expuesto públicamente el entrenador Ranko Popovic durante la pretemporada, es de su gusto. Rubén (que va a cobrar más de 200.000 euros este año), ante las bajas momentáneas de Mario –no menos de dos meses– y Vallejo, se ha convertido en un central imprescindible en el comienzo de la competición, al ser el único específico de ese puesto junto a Cabrera.


Y, en el caso del tercer portero, Alcolea (cuya ficha supera los 150.000 euros), la decisión de continuar con ese rol en la plantilla es a él a quién más puede acabar repercutiendo, al margen de lo que pueda marcar el devenir del curso en el puesto de guardameta.


Desde el prisma futbolístico, no supondría un quebranto demasiado grave que Abraham, Rubén y Alcolea formasen parte del reparto del vestuario finalmente. Por eso, en las últimas horas se ha comenzado a escrutar con sus tres empresas de representación el modo en el que se podría dar solución al inconveniente financiero que, a fecha de hoy, hace imposible su continuidad sin que sus salarios sean recortados.


Para que el día 31 el Real Zaragoza esté dentro del marco salarial que la LFP le ha admitido –en torno a los 4 millones de euros– hay varios vértices que limar de manera sensible. Y, tras el acuerdo de salida de Fernández (se fue al Oviedo) y Álamo (se marchó al Girona), además del caso de Lolo (ya en el Elche) los tres pendientes son los citados Abraham, Alcolea y Rubén.

Paralizado cualquier refuerzo

Estas coordenadas establecidas por la postura de estos tres futbolistas de querer seguir en el Real Zaragoza han frenado en seco cualquier gestión encaminada a lograr algún refuerzo nuevo.


En el seno del club blanquillo se ha venido trabajando en los últimos días en el reforzamiento de la defensa, con la llegada de un nuevo central, el puesto más deficitario del equipo. En el horizonte siempre se ha contemplado que Abraham acabaría marchándose del Real Zaragoza y que, asimismo, existían muchas posibilidades de que Rubén encontrase un destino apetecible.


De hecho, la semana pasada estuvo cerca de cuajar la cesión del joven defensor gallego Pablo Insua, procedente del Deportivo de La Coruña. Al final, por voluntad del jugador y de su agente, plantó al Zaragoza y apostó por irse al Leganés en busca de asegurar su titularidad cada domingo.


También se tiene sembrado el campo de los delanteros que puedan quedar a última hora descolocados en el mercado, por si es posible una última incorporación para la línea de vanguardia.


Pero ahora, toda esta labor de rastreo y las intenciones de redondear el plantel con alguna incorporación más queda bloqueada de raíz si Abraham, Rubén y Alcolea acaban quedándose en el equipo. Si estos tres futbolistas no liberan carga salarial del global del vestuario, es matemáticamente imposible gastar un solo euro más.


El ritmo de trabajo en la dirección deportiva se ha visto frenado en seco en las últimas horas por motivos obvios. Fue el propio Ángel Martín González quien advirtió en la última presentación, la del colombiano Hinestroza el pasado día 5, que era muy probable que, al final del mercado, la cifra de nuevos fichajes se aproximara o fuese "igual a la del año pasado", donde fueron 15 las incorporaciones.


Hinestroza se convirtió ese día en el refuerzo número 11. Han pasado dos semanas en las que, Martín, barajaba la llegada de, al menos, dos o tres piezas más al nuevo equipo. Pero el peliagudo asunto de Abraham, Alcolea y Rubén ha colapsado el plan y, por la voluntad manifiesta de los tres protagonistas, tiende a cambiar el epílogo y el desenlace de manera radical.

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