Los dirigentes del Real Zaragoza recibieron ayer desde la sede de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) la noticia más esperada del verano. Esa por la que han venido trabajando duro y sin descanso desde principios de julio: poder aumentar el presupuesto global destinado a las fichas de la primera plantilla, de manera que sea factible armar un equipo con las mayores garantías posibles de aspirar al ascenso a Primera División.

La LFP confirmó a primera hora de la mañana de ayer martes a la SAD zaragocista la aprobación del proyecto salarial presentado 24 horas antes en Madrid por el consejero económico, Fernando Rodrigo, para esta temporada 2015-16. De este modo, el club zaragocista tiene ya la certeza absoluta de que va a poder inscribir a todos los nuevos fichajes –once caras nuevas ha incorporado hasta ahora durante el verano– y de que el presupuesto general del primer equipo pasa de tener un límite de 2,5 millones de euros, tope permitido el año pasado, a alrededor de 4 a partir de ahora. Además, desaparece de raíz cualquier tipo de limitación en el número de licencias profesionales en la plantilla del Real Zaragoza. El curso pasado, el elenco de futbolistas no podía rebasar los 18 con ficha A. En esta campaña, si el club aragonés lo desease, podría cubrir las 25 que permite la normativa aunque, según los cálculos de reparto de sueldos previsto por el Consejo de Administración, la previsión es que nunca sean más de 22.

La documentación aportada por el Real Zaragoza a la Liga razona y justifica el sostén económico del vestuario blanquillo a través de ingresos y asientos financieros que ya están consolidados desde cuatro vías distintas.

Una, la refinanciación de una parte de la deuda a través de gestiones directas con diferentes entidades financieras, que modifica favorablemente para el Real Zaragoza su calendario de pagos a corto plazo. Otra, la llegada de nuevos patrocinadores –lista que aún no ha concluido– al grupo de empresas colaboradoras con la entidad. También, el relevante apoyo institucional que avala el presente y el futuro inmediato del histórico club. Y, por supuesto, los ingresos directos por el reciente traspaso de Jesús Vallejo (y el portero cadete Darío Ramos, incluido en la operación) al Real Madrid, que ascienden al 6 millones de euros.

Falta una quinta pata, crucial para definir con concreción hasta dónde llegará la cifra exacta que podrá gastar el Real Zaragoza en su primera plantilla: el reparto de los derechos de televisión y la parte proporcional que le corresponda al club zaragocista. Esta cifra no ha podido ser concretada con exactitud en el proyecto de la SAD (ni lo podrá hacer ningún club) dado que la propia LFP retrasó hasta final de septiembre la publicación del dinero que recibirá cada uno de los 42 clubes del fútbol profesional español por este concepto.

No obstante, el Zaragoza ha hecho un cálculo ponderado, que la Liga considera cabal, teniendo en cuenta los beneficios que va a traer para la entidad zaragozana el nuevo reparto centralizado y su repercusión para los clubes que ahora militan en Segunda División. Por este motivo, se habla de una cifra de gasto en plantilla que estará "alrededor de los 4 millones". Solo cuando dentro de un mes este parámetro se concrete, se podrá establecer con exactitud el pico que rebasa ese límite, que nunca será inferior a cuatro.

Se trata de una resolución que ha llenado de satisfacción a los dirigentes del Real Zaragoza por los beneficiosos efectos secundarios que genera en el día a día del club. Por un lado, permite dar un salto cualitativo de grandes dimensiones en el ámbito deportivo. Este aspecto, dado que resulta imperioso regresar a Primera División cuanto antes, es de capital importancia. Sin una plantilla con cierto potencial, sería imposible plantearse el ascenso.

Por otra parte, el visto bueno de la LFP supone el reconocimiento público al esfuerzo que los rectores del Real Zaragoza están haciendo, desde que llegaron al timón del club, por reconducir la ruinosa situación que heredaron de la época anterior, la de Agapito Iglesias, que estuvo al borde de acabar con más de ocho décadas de historia de uno de los emblemas de Aragón.

A partir de hoy y hasta el cierre del mercado de fichajes, circunstancia que ocurrirá en la medianoche del próximo día 31 del presente mes de agosto (dentro de 13 fechas), el redondeo de la plantilla con la llegada de algún refuerzo más en los puestos más desguarnecidos –casos de la zona central de la defensa o la línea delantera– va a depender directamente de cómo concluyan las negociaciones con los tres futbolistas de la actual plantilla que, por sus salarios y rol en el equipo, presentan unas fichas que rompen la pauta presupuestaria a seguir. Son los casos de Abraham, Alcolea y Rubén, que saben desde hace tiempo que es necesario obtener una salida urgente a su situación actual en el club.

Abraham, cuyo sueldo firmado para este año supera los 500.000 euros, no tiene ninguna opción de seguir en esas condiciones, que descompensan irreversiblemente el plan previsto. El portero Alcolea, sin sitio tras la llegada de Manu Herrera y la continuidad de Bono, también ha de liberar un salario que supera los 150.000 euros esta campaña. Y Rubén, cuya ficha está por encima de los 200.000, también conoce la intención del club de darle salida. Entre los tres absorben hoy en torno a 900.000 euros en sueldos. Cifra a desatascar lo antes posible con el mecanismo que se decida entre las partes.