La jugada maestra del Jaime Casas
El club montisonense logró en Linares el ascenso al selecto grupo de ocho equipos que forman la División de Honor nacional.
El Jaime Casas se fundó en 1973 con una filosofía de trabajo de formación desde la base, que se complementa con la presencia en competiciones regionales y nacionales. En dos años, las piezas del Jaime Casas han elaborado las mejores aperturas en la competición. El año pasado fue el líder de Segunda y subió a Primera; y este curso, en Linares, volvió a exhibir una gran sonrisa en el Campeonato de España de Primera, coronándose como el mejor y aupándose al Olimpo del ajedrez. "En 2008 terminamos líderes de Primera (en Burguillos, Sevilla) y subimos, pero tuvimos que renunciar a competir en la élite por temas económicos. Somos un club pequeño y modesto, y era difícil de sostener el presupuesto. Ahora haremos un esfuerzo porque la División de Honor es la recompensa al trabajo", afirma Buil.
Las escuadra aragonesa desplazó a la ciudad jienense a seis jugadores. El tablero número uno lo dominaba el Gran Maestro ucraniano Vladimir Baklan. "Estuvo con nosotros en 2008 y desde entonces mantenemos la relación. Este año decidimos buscar un refuerzo para este Nacional y se le trajo", recuerda el gestor. Como número dos acudió el flamante Gran Maestro aragonés Daniel Forcén; el zaragozano lleva dos campañas en las filas el club oscense y es garantía de éxito. Y el tercer nombre propio fue el Maestro Internacional alcañizano Miguel Chiqui Antolí, que lleva ocho campañas en el Jaime Casas. El equipo se completó con los zaragozanos Sergio Garza y Juan Luis Ramiro, ambos Maestros Internacionales, y la GM húngara Anna Rudolf, pareja de Antolí y que se incorporó al grupo para la gran cita.
El Nacional de Primera, en el que también participó el Stadium Casablanca (acabó cuarto), tenía dos claros favoritos: el Equigoma-Casa Social Católica de Ávila y el Jaime Casas. "El torneo fue muy emocionante. Llegamos los dos equipos a la última ronda, la séptima, ascendidos e igualados en las opciones para ser vencedores de la competición. Todo dependía de los resultados que hiciéramos con nuestros rivales", recuerda Buil.
El conjunto de Ávila vencía al Silla por 3-1, mientras Jaime Casas lo hacía también por 3,5-0,5 al andaluz Alekhine-Espartinas. Con este resultado los montisonenses lograban sacarle un punto de ventaja en el desempate olímpico a su inmediato perseguidor y, con ello, el título de campeón. "Hemos hecho un campeonato inmaculado. Solo perdimos un encuentro de siete, y esto es para sentirse orgulloso", resalta el presidente, que lleva cinco décadas "enganchado" a los tableros.
El reto que se ha marcado el Jaime Casas es "la permanencia". "Será difícil porque nos enfrentamos a rivales que tienen jugadores de nivel mundial. Habrá que buscar patrocinios, que el Ayuntamiento siga colaborando... Pero ahora toca disfrutar de esta hazaña", concluye Buil.