La DGA se plantea llevar el Registro Civil a la Ciudad de la Justicia para ahorrarse el alquiler
Las oficinas de Alfonso I podrían cerrar a comienzos de 2016, cuando expira la prórroga del arrendamiento.
La puesta en marcha de la Ciudad de la Justicia, en mayo de 2013, permitió concentrar en el antiguo recinto de la Expo todos los juzgados de la capital aragonesa, hasta entonces repartidos por distintas sedes. Los siete de lo Social compartían edificio con el Registro Civil en el número 17 de la calle de Alfonso I, por lo que su marcha a Ranillas ya permitió a la DGA ahorrarse algo más de 70.000 euros mensuales. La consejería de Justicia barajó entonces la posibilidad de trasladar el registro a la Expo, para que se tramitasen allí las inscripciones de nacimientos, defunciones, matrimonios y todos aquellos asuntos relacionados con la obtención de la nacionalidad. Sin embargo, al anunciar el Gobierno central que iba a desjudicializar el servicio en julio de 2015, se optó por mantenerlo provisionalmente en el centro de la ciudad.
En vísperas de la fecha en que se había previsto la clausura del Registro Civil tal y como hoy lo conocemos, el ministro de Justicia, Rafael Catalá, anunció una nueva moratoria de dos años. "Sería absurdo que el Gobierno se empeñase en una reforma que no cuenta con los apoyos necesarios", aseguró este, aludiendo a la gran contestación que había generado la privatización del servicio. Ante este anuncio, el nuevo Ejecutivo de Lambán que se posiciona a favor de que el registro civil siga siendo público se ha planteado la necesidad de reubicar sus dependencias para no tener que seguir pagando un alquiler tan alto durante otros dos años.Máxime, cuando existen emplazamientos alternativos en edificios de titularidad pública.
De los dos edificios que integran la Ciudad de la Justicia, los arquitectos apuestan por el denominado Fueros de Aragón, que acoge todos los juzgados penales y de instrucción, así como el decanato y todos los servicios comunes. Dentro de este inmenso bloque, las instalaciones del registro se habilitarían en la zona más próxima a la gran cesta del pabellón de Aragón en la Expo. En un principio, la atención inmediata al público se llevaría a cabo en la planta calle, mientras que la segunda estaría reservada a la expedición de certificaciones y otros trámites más complejos. También se reubicarían en esta altura y no en los sótanos los archivos, lo que permitiría a los funcionarios trabajar con más agilidad y evitaría que una documentación tan sensible pudiera deteriorarse.
El traslado del Registro Civil a la Ciudad de la Justicia conllevará la apertura de un nuevo acceso en el edificio Fueros de Aragón, ya que en lugar de por la puerta principal, los usuarios del servicio entrarían al edificio por la avenida de José Atarés. Ello obligará a hacer algunos cambios en materia de seguridad, modificaciones que no se antojan importantes. Aunque aún no se ha puesto fecha oficial a la mudanza, todo apunta a que esta podría llevarse a cabo en los primeros meses del próximo año, una vez ejecutadas las obras necesarias en la Expo.