De hecho, el futbolista se encuentra ya en la capital oscense, donde ayer por la tarde participó en un entrenamiento con los dos últimos en llegar al equipo, Tyronne, con el que se concretó una nueva cesión el pasado martes, y Óscar Ramírez, fichado el miércoles.

Con la llegada de Leo Franco se completa la terna de porteros azulgranas para el próximo curso, después de que se consiguiera la cesión de Óscar Whalley por parte del Real Zaragoza durante una campaña, y se mantenga a Zaparaín, que llegó al conjunto oscense en el mercado de invierno del pasado año. El club quiere disponer de tres guardametas durante toda la temporada, no como ocurriera en anteriores, cuando se contaba con dos porteros y actuaba como tercero el del filial, el Almudévar, que entrenaba con la primera plantilla.

Anteriormente, y como puntos destacados dentro de su amplio curriculum, vistió la camiseta del Atlético de Madrid durante cinco temporadas, entre 2004 y 2009. Posteriormente fue traspasado al Real Zaragoza, donde jugó entre el 2010 y el 2014. El Mallorca o el Galatasaray son otros de los equipos que componen su dilatada trayectoria. Además, ha sido internacional en 15 ocasiones con la selección absoluta argentina, participando en el Mundial celebrado en Alemania en el año 2006.

Las referencias a su posible fichaje han sido continuas por parte de los aficionados oscenses en las redes sociales, donde muestran sorpresa y cierto recelo por el hecho de que el Huesca haya elegido un jugador tan veterano para su portería. Pero en el club confían en que el paso de los partidos disipe cualquier duda sobre el rendimiento de Leo Franco, apelando a su buen estado físico y a la voluntad de fijar un contrapunto con la juventud de su compañero en la portería, Óscar Whalley, de solo 21 años.

La próxima semana será el turno de comparecer ante los medios de las últimas incorporaciones, el defensa Óscar Ramírez, y el propio Leo Franco, una vez se haya hecho oficial su acuerdo con el club oscense.