Una tromba de agua colapsa Huesca con coches atrapados, edificios anegados y cortes de luz
La tormenta de viento y granizo empezó a caer hacia las 20.00 y dejó 32 litros en veinte minutos. Las obras del alcantarillado en el polígono Sepes y Martínez de Velasco han resultado ineficaces.
La tormenta empezó hacia las 20.00. Pocos minutos después, el agua bajaba a raudales desde la parte alta de la ciudad hacia los nuevos barrios llevando consigo, con la ayuda del viento, contenedores, sombrillas y toldos. A esa hora, los comercios empezaban a cerrar y los peatones buscaron cobijo en las marquesinas de las paradas de autobús y los portales abiertos. La centralita de los bomberos empezó a recibir llamadas y las grúas tuvieron que salir a rescatar a los vehículos atrapados.
El agua alcanzó 1,5 metros en algunos puntos, como el cruce de las avenidas de Martínez de Velasco y Juan XXIII, donde hace unos tres meses que terminaron las obras para atajar inundaciones, con un coste de 63.000 euros.
El centro de salud Pirineos volvió a anegarse y fue necesario reubicar las consultas de Urgencias. Además, hubo afecciones en instalaciones deportivas, como la piscina cubierta Almériz o el complejo deportivo San Jorge. Aquí, el agua entró en el cuarto de motores, por lo que el recinto estará cerrado como mínimo durante la mañana de hoy, según informaron desde el Ayuntamiento de Huesca.
El aire partió cuatro árboles en el parque de Padre Querbes y cayeron varias ramas en la plaza de Concepción Arenal y en las calles Teruel, Mateo Estaún Llanas, San Jorge y Fraga, entre otras. El arbolado del parque Miguel Servet no se vio afectado, aunque anoche se valoraba su cierre para evitar accidentes por caídas.
Los servicios de emergencia, Bomberos, Policía Local y todas las Brigadas Municipales se movilizaron de forma inmediata y al cierre de esta edición continuaban prestando servicio. A esa hora tampoco se había repuesto el alumbrado público en el barrio de San Lorenzo y empezaba otra tormenta con fuerte aparato eléctrico.
Al poco de empezar a llover, Jesús Gracia, de Comercial Vías, manifestó su confianza en que los trabajos llevados a cabo en Martínez de Velasco evitaran episodios como los ocurridos en octubre de 2013 y septiembre de 2014. "Hay cuatro alcantarillas y ocho buzones, y de momento están tragando bien", explicó.
Pero el agua empezó a acumularse y volvió a entrar en la tienda, recién pintada y acondicionada. "Las hojas de los chopos se han parado en los buzones y los taponan", explicó. Tanto él como su mujer y su hijo tienen ya en la tienda una botas de agua, comentó molesto. "Está claro que la responsabilidad es del Ayuntamiento, pero hay que saber dónde está el mal", afirmó.
En el otro extremo de la ciudad, en el polígono Sepes, los empresarios vieron cómo se repetía la pesadilla que sufren con cada tormenta. En la intersección de las calles Artes Gráficas y Mecánica los sumideros quedaron inutilizados por las hierbas que se cortaron en la zona hace dos días. Los buzones (más elevados que las alcantarillas) tampoco sirvieron. En la parte sur de la calle Ganadería el agua alcanzó los 40 centímetros. "Ha sido lo nunca visto", comentó Ignacio Almudévar, presidente del polígono. Según dijo, la maleza tendría que eliminarse con herbicidas para evitar situaciones como la de ayer.
Roberto Sistac, de Euroaznar Serviblock (fabricación e instalación de puertas), tuvo oportunidad de mostrarle al alcalde, Luis Felipe, los daños sufridos en su nave, donde justo acababa de recibir un cargamento más voluminoso de los habitual. "El problema es de limpieza", aseveró.
Con todo, la tromba anegó la calzada peatonal y el agua penetró en algún comercio, como el de Apple, que se encuentra también bajo el nivel del suelo. No obstante, apenas afectó porque colocaron una tajadera que ya tenían preparada, según explicó el responsable de la empresa Ecomputer, Enrique Sampériz. Sin embargo, su comercio del pasaje de Ricardo del Arco no solo se inundó sino que se estropeó material informático a la venta. "Da rabia que cada dos o tres años tengamos que estar así", lamentó.