Una tromba de agua colapsa Huesca con coches atrapados, edificios anegados y cortes de luz

La tormenta de viento y granizo empezó a caer hacia las 20.00 y dejó 32 litros en veinte minutos. Las obras del alcantarillado en el polígono Sepes y Martínez de Velasco han resultado ineficaces.

Por redes sociales se difundieron muchas imágenes como esta del cruce de Martínez de Velasco y Juan XXIII. Aquí, el agua llegó a alcanzar 1,5 metros.
Por redes sociales se difundieron muchas imágenes como esta del cruce de Martínez de Velasco y Juan XXIII. Aquí, el agua llegó a alcanzar 1,5 metros.
heraldo

El caos volvió a adueñarse de Huesca. Coches atrapados, calles anegadas, edificios inundados y árboles arrancados de cuajo es el balance de una tempestad de lluvia, granizo y viento que arrasó la ciudad durante 20 minutos ayer por la tarde. Se registraron 32 litros en apenas media hora y el alcantarillado fue otra vez insuficiente para absorber el agua, que formó auténticos ríos y colapsó la circulación. Las obras realizadas en el último año para solucionar el problema en los puntos más conflictivos, como el cruce de Martínez de Velasco y el polígono Sepes, se mostraron ineficaces y los afectados reclamarán al Ayuntamiento una solución definitiva.


La tormenta empezó hacia las 20.00. Pocos minutos después, el agua bajaba a raudales desde la parte alta de la ciudad hacia los nuevos barrios llevando consigo, con la ayuda del viento, contenedores, sombrillas y toldos. A esa hora, los comercios empezaban a cerrar y los peatones buscaron cobijo en las marquesinas de las paradas de autobús y los portales abiertos. La centralita de los bomberos empezó a recibir llamadas y las grúas tuvieron que salir a rescatar a los vehículos atrapados.


El agua alcanzó 1,5 metros en algunos puntos, como el cruce de las avenidas de Martínez de Velasco y Juan XXIII, donde hace unos tres meses que terminaron las obras para atajar inundaciones, con un coste de 63.000 euros.

El centro de salud Pirineos

Otras zonas afectadas fueron la rotonda entre la avenida Monegros y la calle Teruel, Balsas de Chirín con calle Sena, ronda Industria, paseo Lucas Mallada, calle Lanuza, cruce de Ricardo del Arco con el paseo de las Autonomías y la confluencia de San Lorenzo con la plaza de Santa Clara.


El centro de salud Pirineos volvió a anegarse y fue necesario reubicar las consultas de Urgencias. Además, hubo afecciones en instalaciones deportivas, como la piscina cubierta Almériz o el complejo deportivo San Jorge. Aquí, el agua entró en el cuarto de motores, por lo que el recinto estará cerrado como mínimo durante la mañana de hoy, según informaron desde el Ayuntamiento de Huesca.


El aire partió cuatro árboles en el parque de Padre Querbes y cayeron varias ramas en la plaza de Concepción Arenal y en las calles Teruel, Mateo Estaún Llanas, San Jorge y Fraga, entre otras. El arbolado del parque Miguel Servet no se vio afectado, aunque anoche se valoraba su cierre para evitar accidentes por caídas.


Los servicios de emergencia, Bomberos, Policía Local y todas las Brigadas Municipales se movilizaron de forma inmediata y al cierre de esta edición continuaban prestando servicio. A esa hora tampoco se había repuesto el alumbrado público en el barrio de San Lorenzo y empezaba otra tormenta con fuerte aparato eléctrico.


Al poco de empezar a llover, Jesús Gracia, de Comercial Vías, manifestó su confianza en que los trabajos llevados a cabo en Martínez de Velasco evitaran episodios como los ocurridos en octubre de 2013 y septiembre de 2014. "Hay cuatro alcantarillas y ocho buzones, y de momento están tragando bien", explicó.


Pero el agua empezó a acumularse y volvió a entrar en la tienda, recién pintada y acondicionada. "Las hojas de los chopos se han parado en los buzones y los taponan", explicó. Tanto él como su mujer y su hijo tienen ya en la tienda una botas de agua, comentó molesto. "Está claro que la responsabilidad es del Ayuntamiento, pero hay que saber dónde está el mal", afirmó.


En el otro extremo de la ciudad, en el polígono Sepes, los empresarios vieron cómo se repetía la pesadilla que sufren con cada tormenta. En la intersección de las calles Artes Gráficas y Mecánica los sumideros quedaron inutilizados por las hierbas que se cortaron en la zona hace dos días. Los buzones (más elevados que las alcantarillas) tampoco sirvieron. En la parte sur de la calle Ganadería el agua alcanzó los 40 centímetros. "Ha sido lo nunca visto", comentó Ignacio Almudévar, presidente del polígono. Según dijo, la maleza tendría que eliminarse con herbicidas para evitar situaciones como la de ayer.


Roberto Sistac, de Euroaznar Serviblock (fabricación e instalación de puertas), tuvo oportunidad de mostrarle al alcalde, Luis Felipe, los daños sufridos en su nave, donde justo acababa de recibir un cargamento más voluminoso de los habitual. "El problema es de limpieza", aseveró.

En el Coso

En el Coso Alto recién remodelado, "es la primera vez en 30 años que no se me inunda y eso que ha llovido sin talento", comentó aliviado el propietario de Mi Bar, Javier Bitrián, que pasó la tarde vigilando un desagüe, ya que su local se encuentra a menor altura que la calle.


Con todo, la tromba anegó la calzada peatonal y el agua penetró en algún comercio, como el de Apple, que se encuentra también bajo el nivel del suelo. No obstante, apenas afectó porque colocaron una tajadera que ya tenían preparada, según explicó el responsable de la empresa Ecomputer, Enrique Sampériz. Sin embargo, su comercio del pasaje de Ricardo del Arco no solo se inundó sino que se estropeó material informático a la venta. "Da rabia que cada dos o tres años tengamos que estar así", lamentó.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión