El número de cabinas telefónicas se reduce un 30% desde 2014

Para remontarse a la aparición de la primera cabina telefónica en la Zaragoza hay que echar la vista atrás hasta 1967. En aquel entonces solo se podían realizar llamadas urbanas mediante el pago con fichas. La sociedad evolucionó y el contacto teléfonico se convirtió en un indispensable en el día a día. Las cabinas teléfonicas eran socorridas a la hora de avisar de que se llegaría tarde a casa, pero también para mantener una conversación privada fuera del alcance de orejas indiscretas.

La realidad actual es bien diferente. El 93,99% de los aragoneses utilizan el teléfono móvil, según una encuesta publicada por en 2013 por el El Observatorio Aragonés de la Sociedad de la Información (OASI). Ante estas cifras, las cabinas de teléfono están condenadas a convertirse en meros elementos decorativos que jalonan cada vez menos plazas y calles.

Actualmente, Aragón cuenta con un total de 550, mientras que en 2014, quedaban 779 dispositivos, lejos de los 900 que resistían en 2012. Desde Telefónica aseguran que “La extensión del uso del móvil ha provocado una caída media interanual sostenida del orden del 40% en los últimos tres años”.

De todas ellas, 242 están situadas en la ciudad de Zaragoza, según el buscador de cabinas que ofrece Telefónica en su web. Llama la atención que tan solo hace dos años se mantuvieran alrededor de 450, lo que supone un descenso de más del 50%.

El número de teléfonos públicos de pago desciende sustancialmente si nos trasladamos a Huesca, con 19 dispositivos, Teruel (11), Calatayud (9), Barbastro (7), Monzón, Alcañiz y Ejea (6), Jaca (5), Utebo, Tarazona y Sabiñanigo (4), según datos extraídos del mismo buscador.

“En España debería haber menos de 20.000 cabinas aunque hoy en día aún se mantienen cerca de 34.000”, informan desde la compañía.

La nostalgia no es el motivo por el cual las cabinas observan impertérritas el paso del tiempo y el desarrollo imparable de la tecnología, sino un el Real Decreto 424/2005 sobre las condiciones para la prestación de servicios de comunicaciones electrónicas, el servicio universal y la protección de los usuarios.

Asimismo dicta en el artículo 32 de teléfonos públicos de pago, que “se deberá garantizar la existencia de una oferta suficiente de teléfonos públicos de pago” concretamente establece la cantidad de “un teléfono público de pago y uno más por cada 1.500 habitantes en cada municipio de 500 o más habitantes y de un teléfono público de pago en cada uno de los municipios de menos de 500 habitantes”. En la comunidad aragonesa, este decreto estipula el mínimo de cabinas telefónicas en 508.

A pesar de que el Ayuntamiento de Zaragoza firmó en 2010 un acuerdo con la empresa Telefónica para redistribuir la red de teléfonos públicos en favor de zonas de expansión, lo cierto es que el buscador no localiza ninguna en barrios de nueva creación como Rosales del Canal, Arcosur, Parque Venecia, Parque Goya o Valdespartera.