La fiesta de la albahaca en la huerta de Arcadia atrae a más de 200 visitantes
Trabajadores con enfermedades mentales graves cultivan este símbolo oscense.
Más de 200 personas participaron en las actividades durante la mañana de ayer en la que el tiempo acompañó porque, salvo un amago de lluvia, el cielo nublado ayudó a mitigar el calor. Por ello, el gerente de la Fundación Agustín Serrate, Javier Borau, se mostró satisfecho con la afluencia, que fue mayor que en las dos ediciones anteriores.
En dos visitas guiadas, se enseñó el trabajo que realizan en la huerta 17 personas diagnosticadas con una enfermedad mental grave, de las cuales, tres pertenecen al Centro Especial de Empleo y otras llegan a través de talleres ocupacionales bajo la dirección de dos monitores. Alguno de ellos, así como otras trabajadoras del taller de lavandería de la entidad, participaron en la jornada. Y es que otro de los objetivos de la propuesta es acabar con el estigma social que existe en torno a este tipo de enfermedades, según explicó Javier Borau.
Por ello, fue una jornada de convivencia en la que no solo se vio la plantación de albahaca sino también la de cebolla tierna y romanescu, que se vende después en Supermercados Altoaragón. Su representante, Ralf Benhard, participó en la jornada ya que la albahaca de esta huerta se regalará en sus establecimientos. También asistieron las concejales Yolanda de Miguel y Carmen García, puesto que el Ayuntamiento colabora en esta jornada.
De ahí, todos los visitantes salieron con una crema repelente de insectos, que se enseñó a elaborar en un taller, dado que es una de las propiedades de la albahaca. Desde Arcadia, quieren avanzar en la investigación y difusión de sus características, puesto que tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias, como explicó el coordinador del programa laboral del Centro Especial de Empleo, Jesús Manuel Tricas.
Además, los niños hicieron el baile de las cintas de los danzantes de Huesca, ya que la albahaca es el símbolo que corona el palo, así como un peñista con macetas. La Asociación Cultural El Globo también colaboró dirigiendo estas actividades en las que los pequeños se entretuvieron creando un gran puzzle. Pilar Orta y Manuel de Miguel fueron algunos de los visitantes que conocieron por primera vez la huerta y salieron encantados con la experiencia.
