El Tribunal Supremo confirma la absolución del exedil Antonio Becerril por tráfico de influencias
La Sala Segunda desestima en su integridad el recurso de Carmelo Aured, al que mantiene los seis meses de prisión.
El exconcejal Antonio Becerril fue juzgado en marzo de 2014 por cuatro delitos: tráfico de influencias, cohecho, blanqueo y negociaciones prohibidas a funcionarios públicos. Sin embargo, su abogada, Cristina Ruiz Galbe, logró que fuera absuelto de los tres primeros, recayendo ahora únicamente sobre él una multa de 1.800 euros y un año de inhabilitación por negociaciones prohibidas.
A la hora de revisar a la baja la primera sentencia, los magistrados del TSJA se basaron en una contradicción del veredicto del Jurado. Porque si bien este no consideró probado que las conversaciones del acusado con los funcionarios municipales estuvieran encaminadas a influir en su criterio técnico y favorecer a Arascon o a cualquier otra empresa, se encontró a Becerril culpable del delito de tráfico de influencias. Para el TSJA , esta contradicción debería haber supuesto la devolución del veredicto. Principalmente, porque no se daba el elemento nuclear del tipo delictivo, "que no es otro apuntaba entonces el tribunal que el de influir".
Nada tiene que objetar ahora el Supremo, que insiste en "la ausencia de pruebas de que (Becerril) influyera en los funcionarios que debían dictaminar sobre la subasta o concurso de las obras públicas".