El mercado, la alternativa tranquila

La gente no está hoy para ir de compras porque prefiere centrarse en el Pañuelico y en las peñas. Espero que las ventas remonten en los últimos dos días de las fiestas", dice el propietario de un puesto de bisutería y relojes del mercadillo montado en torno al Parque de los Fueros. Está convencido de que, cuando el cansancio haga mella en los vaquilleros, optarán por la alternativa tranquila de pasear por el centenar de puestos de venta repartidos entre los Fueros y en el entorno de la plaza de toros. La oferta comercial, que incluye artesanía, juguetes y ropa, se complementa con 30 puestos de alimentación repartidos entre los alrededores del coso taurino y el principal parque urbano.

Otra vendedora, Jazmín Benítez, señala que, de momento, no han notado el repunte económico que anuncian las cifras macroeconómicas. "Las ventas van peor que en 2014", concluyó. El titular de un puesto de ropa y artesanía colombinos, Cipriano Anrango, afirmó "no mejora respecto al año pasado, sino al contrario". Cipriano puede hacer un diagnóstico solvente sobre la evolución de esta faceta de la fiesta porque ha venido 25 años a La Vaquilla.

Leire Magra, una artesana de Zaragoza que se estrena en las fiestas de Teruel, opina que el intenso calor también perjudica las ventas, porque "la gente no sale de compras". A pesar del pobre arranque, sus compañeros más veteranos le aseguran que la afluencia de clientas mejora a medida que avanzan las fiestas y alcanza sus mejores resultados el último día. De mucho mas lejos, de Senegal, llegó un vendedor de marroquinería, relojes y otros artículos. El balance comercial de los dos primeros días de La Vaquilla es, a su juicio, similar al de 2014, aunque reconoce que los días grandes "acaban de comenzar". También espera que cuando los turolenses, mermados de fuerzas, busquen un pasatiempos relajado opten por el mercadillo.