Cavendish suma su vigésimo sexto triunfo en el Tour

El velocista australiano se lleva la séptima etapa del Tour, que presenta a Froome como líder.

Mark Cavendish (centro) disputa el esprín a André Greipel (derecha) en Fourgères.
Mark Cavendish (centro) disputa el esprín a André Greipel (derecha) en Fourgères.
SEBASTIEN NOGIER/efe

El británico Mark Cavendish (Etixx) volvió a levantar los brazos en el Tour para celebrar su victoria número 26, con la que evitó el triplete del alemán André Greipel, en un disputado esprín que cerró la séptima etapa entre Livarot y Fougères, con Chris Froome de líder.


El ‘Expreso de Man’, de 30 años, mantuvo el pulso con Greipel cuando éste lanzó su ataque ganador, y le superó en los últimos 200 metros con autoridad, evitando un triplete del ‘Gorila’, que le hubiera resultado humillante. Cavendish dedicó la victoria a su compañero Tony Martin.


La exhibición de Cavendish, dolido en su orgullo tras la retirada del año pasado en la primera etapa en Harrogate, hizo inútil el esfuerzo de todos sus rivales directos. Nada pudieron hacer Sagan, Degenkolb, Kristoff o Demare. No cantaba victoria desde 2013, cuando ganó dos etapas.


Con el grito de ‘Cav’ finalizó un día tranquilo, de calor, disputado a ritmo moderado, en la que los favoritos se borraron de la zona de riesgo. La mente de la alta jerarquía de la general ya estaba en el Muro de Bretaña, que espera hoy.


El jefe reconocido del Tour una vez cumplida la primera semana es Froome. El británico de origen keniano, vestido de amarillo, se dirige al Muro y la cronometrada por equipos con una buena renta. De momento, tiene a Contador a 36 segundos, a Nibali a 1.30 minutos, y a Quintana y Valverde a 2 minutos.


La etapa salió sin maillot amarillo por la ausencia del alemán Tony Martin, operado de fractura de clavícula en Hamburgo. Un pelotón sin líder no se veía desde 2007, cuando el danés Rasmussen fue expulsado por su equipo por saltarse dos controles. Entonces la prenda dorada tuvo un nuevo dueño tras la etapa siguiente, Alberto Contador.


El trayecto desde Livarot hasta Fougères empezó con susto. Contador se cayó en la marcha neutralizada. Única caída del día. Y sin consecuencias. Cuando el madrileño se volvió a subir a la bici ya se había formado un quinteto para la estéril escapada del día. El pelotón los mantuvo a raya en todo momento. La caza se produjo a 12 km de meta. Y pasó lo habitual: pelea por coger la cabeza y entrar bien colocado a la recta de meta. Greipel atacó de lejos y Cavendish marcó a Kristoff, pero como el noruego no reaccionaba saltó detrás del alemán, se le soldó a la rueda y le rebasó con poderío.

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