Torreciudad celebra hoy su 40 aniversario con más de 225.000 visitas al año

El santuario se estrenó el 7 de julio de 1975 con el funeral de su impulsor, Escrivá de Balaguer, y desde entonces diez millones de personas han recorrido sus instalaciones.
Su construcción, con más de 4 millones de ladrillos, se prolongó durante 5 años y supuso "revulsivo" económico para los pueblos del entorno, que hoy vivirán la fiesta.

Torreciudad celebra hoy su 40 aniversario con más de 225.000 visitas al año
Torreciudad celebra hoy su 40 aniversario con más de 225.000 visitas al año

Todo comenzó por una promesa. La madre del barbastrense san José María Escrivá de Balaguer ofreció a su hijo en 1904 a la Virgen de Torreciudad para que lo curara de una grave enfermedad cuando solo tenía 2 años. Después, tanto le hablaba de aquel milagro, que el santo quiso convertir ese lugar, situado entre las poblaciones oscenses de El Grado y Secastilla, en un centro de peregrinación. Aunque inicialmente encargó una casa de convivencias, fue un proyecto vivo que creció y creció hasta construir el actual templo de la ruta mariana, que ha superado los 10 millones de visitas en sus 40 años de historia. En el último año, más de 225.000 personas han recorrido sus instalaciones.


Hoy, se celebrará este aniversario con un intenso programa de actos en el que participarán 17 asociaciones culturales de la provincia de Huesca porque es una fiesta "para el territorio", tal y como lo explica su director de comunicación, José Alfonso Arregui. No obstante, aunque hoy es una fiesta provincial, en estas cuatro décadas, a Torreciudad han llegado fieles de 103 países, tan exóticos y dispares como Pakistán, Islas Caimán, Benín, Japón, Indonesia, Camerún, Trinidad y Tobago, Omán... Otros datos que hablan de su relevancia son las más de 44.000 páginas de testimonios escritos en el libro de firmas que se encuentra en la antigua ermita del siglo XI, que es el origen popular de la advocación mariana (situada en una zona más agreste del mismo complejo). Además, hay más de 3.000 mensajes dedicados a la Virgen y publicados en la página web del santuario.


Sus cifras de visitantes son tan desorbitadas (aunque ciertas), como las historias inventadas que suscita el santuario, ya que se habla de la existencia de un búnker, de un túnel subterráneo que une el templo con Francia, de un submarino bajo las aguas del pantano o incluso de que el Cristo es de oro. ¿Cuántos ladrillos tiene Torreciudad? Su espectacular fábrica, obra del arquitecto Heliodoro Dolls, suscita esta pregunta entre los visitantes al centro, que se dividen entre la devoción y la fascinación por cómo será el lugar. Se compraron más de 4 millones de ladrillos, responde el zaragozano Teólifo Marco, que llegó a la zona en 1969 para iniciar la obra como responsable de Calidad, y que durante décadas fue el encargado de mantenimiento.

"La salvación del territorio"

El 2 de enero de 1970 comenzaron las obras y en abril de ese año fue cuando el santo Escrivá de Balaguer visitó Torreciudad por primera vez en su vida, y llegó descalzo. Desde Roma, fue ampliando y dándole forma al proyecto en torno a la ermita original. "No tengo más terreno, se nos van a caer los peregrinos al pantano", recuerda Marco que le decía el arquitecto, cuando se pensó en una iglesia más grande, una casa de convivencia, otras para la administración...

De ahí, que se buscara un espacio más amplio, la explanada donde hoy se encuentra el templo principal, que compró Inmobiliaria Aragonesa. Pero, "no quiero que solamente sea un foco de espiritualidad, quiero también que se beneficie la zona. Por eso no habrá tienda, que las pongan ellos; por eso no habrá restaurantes, que los pongan ellos...", recuerda Marco que dijo Escrivá de Balaguer al diseñar Torreciudad. Marco recuerda que 40 años después se mantiene este espíritu. Es la razón por la que la fiesta de hoy está pensada para y desde el territorio, ya que se reunirán por primera vez tradiciones como La Morisma de Aínsa y las alfombras del Corpus de Tamarite de Litera.


Los 4 millones de ladrillos se compraron en la fábrica de Barbastro. Además, en la construcción trabajaron unos 600 empleados en los cinco años, muchos de los cuales, como el vecino de El Grado Ernesto Castarlenas, procedían de las obras del pantano que finalizaron en 1968. "Para estos pueblos del entorno, fue la salvación", comenta Castarlenas, que llevaba un furgón y que después guardó la ermita hasta su jubilación. El Poblado, donde inicialmente se alojaron los trabajadores del embalse, pasó a ser de Torreciudad con la misma finalidad. Pero, además, llegaban desde la Puebla de Castro, Secastilla y muchos otros pueblos próximos.


Ahora, son unas 30 personas las que trabajan allí para atender al visitante, para el que han habilitado un centro en el que la explicación se adapta al público. Este se divide entre los peregrinos que buscan una experiencia vital y los visitantes que llegan para admirar el espacio, su arquitectura e incluso sus vistas. Las imponentes columnas invitan a acceder a un templo de grandes dimensiones en el que destaca el retablo, donde los rostros de las figuras están inspirados en trabajadores, como Teófilo Marco. Pero también resalta el órgano, con el que se han organizado muchos actos culturales, así como otros elementos artísticos. Eso sí, la leyenda del búnker responde a la estructura de hormigón en el undécimo piso que sostiene la cubierta, la del túnel, a uno existente para los vehículos que acceden al interior en atravesar la explanada; el submarino, a las prácticas militares en la zona, y el Cristo de oro es de bronce dorado.


Escrivá de Balaguer regresó el 25 de mayo de 1975, a recoger la medalla de oro que le concedió Barbastro, y consagró el altar de la basílica de Torreciudad. Solo un mes después sus campanas doblaban a muerte por su fallecimiento, el 26 de junio de 1975. El santuario se estrenó el 7 de julio con sus funerales, aunque murió y está enterrado en Roma. Según publicó HERALDO DE ARAGÓN, el templo ya se quedó pequeño, por la asistencia de cerca de 5.000 personas. No fue la única vez, ya que la Jornada de la Familia, que se celebra en septiembre, llegó a sumar 40.000 personas en el recinto en los años 90. Ahora, aunque se nota la crisis y el arraigo de la fe en la sociedad –según explica su director de comunicación, José Alfonso Arregui– también hay muchas celebraciones de comunidades de otros países y "el papa Francisco está siendo un revulsivo". De hecho, Torreciudad ha recibido más de 300 vírgenes de todo el mundo, incluso de África y Asia. Entre ellas, destaca la Virgen del Pilar, ya que pertenece a la misma ruta mariana con Meritxell, Montserrat y Lourdes.

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