La CHE puede retomar ya las obras de Mularroya, aunque solo para levantar la presa 16 metros más

El Consejo de Ministros autorizó una exención por motivos de seguridad en uno de los condicionantes de la nueva declaración de impacto ambiental.

La Confederación Hidrográfica del Ebro ya puede retomar las obras de construcción del embalse de Mularroya, aunque solo para levantar la presa 16 metros más y alcanzar así una cota que sea segura en caso de avenida. Esto es así gracias a que el pasado viernes el Consejo de Ministros autorizó una exención "temporal y parcial" en uno de los condicionantes recogidos en la nueva declaración de impacto ambiental.


En su visto bueno al proyecto, el Ministerio de Medio Ambiente decretó que no se podrán alterar o destruir nuevas superficies dentro de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) Desfiladeros del Río Jalón hasta que no estén ejecutadas todas las medidas compensatorias que se deben llevar a cabo a cambio de los impactos que va a sufrir esa área protegida.


Sin embargo, el viernes el Consejo de Ministros aprobó que en dos puntos muy concretos sí que se puedan hacer obras sin esperar a que estén en marcha las medidas compensatorias. Según explicó el Gobierno, esta decisión se basó en "razones de seguridad" y afecta a un área de 3.717 metros cuadrados –el 0,0013% de la superficie total de la ZEPA– vinculada a la construcción del aliviadero de la presa y a otra área de 35.548 metros cuadrados –el 0,15%– necesaria para garantizar la seguridad vial de los usuarios de la carretera N-IIa.


"La decisión aprobada en Consejo de Ministros supone el permiso para ejecutar los elementos necesarios para garantizar la seguridad de la presa –destacaron ayer fuentes del Ministerio–. En ningún caso se permite retomar las obras de la presa bajo ningún concepto salvo para dotarla de esos elementos de seguridad".

La Audiencia Nacional lo rechazó


De esta forma, la CHE tiene ya la autorización del Gobierno central para acometer algo que la Audiencia Nacional rechazó hasta en tres ocasiones: elevar la presa de Mularroya 16 metros más de los que ya tiene para descartar cualquier peligro en caso de que haya una gran avenida en el río Grío –el cauce en el que se construye el embalse–.


Los magistrados no solo negaron esta posibilidad, sino que plantearon que, si lo que se quería era eliminar riesgos, se podía echar abajo la parte de la presa ya construida. Sin embargo, ahora, una vez aprobada la nueva declaración de impacto ambiental que sustituye a la que anuló la Audiencia Nacional, el Consejo de Ministros ha autorizado la realización de esos trabajos –lo que en la práctica permite retomar las obras aunque solo sea hasta una determinada cota y sin iniciar otras partes del proyecto–.

Ahora depende de la adjudicataria

Una vez que la CHE ya tiene todos los permisos para que las obras de Mularroya vuelvan a ponerse en marcha después de más de dos años, la fecha para retomar los trabajos depende de lo que la adjudicataria tarde en reunir el personal y la maquinaria.
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