Aunque la normativa no podrá estar lista al menos hasta septiembre, el alcalde adelantó que esta obligará a instalar puertas antipánico, un mecanismo que garantiza la fácil apertura de una puerta para salir del interior de un local accionando una barra horizontal.

Además, los Bomberos voluntarios de Borja se encargarán de impartir charlas de prevención para los peñistas. "El objetivo es formar a varios componentes de cada peña para que sepan qué es lo que no deben tener o hacer en el interior, así como enseñarles a reaccionar en caso de emergencia", dijo Arilla. "Luego, los que hayan asistido a las charlas deberán transmitirlo al resto de miembros de la peña", añadió.

La futura ordenanza también incluirá, según detalló el alcalde, la obligación de pasar una inspección técnica previa para obtener la licencia. Pero los plazos no pueden ir todo lo rápido que le gustaría al equipo de gobierno puesto que ni siquiera se ha celebrado todavía el pleno de organización del Ayuntamiento de Borja, que está previsto convocar la próxima semana.

"Una ordenanza tiene que pasar por comisión informativa y estas ni siquiera se han creado todavía", apuntó el alcalde. Una vez que esta normativa se apruebe, se abrirá un periodo de alegaciones, que habrá que estudiar, por lo que calculan que al menos hasta el mes de septiembre no podría darse la aprobación definitiva.

Arilla señaló que el equipo de gobierno ya se ha sentado a estudiar algunas de las ordenanzas existentes en otros municipios aragoneses y han puesto su mirada en la legislación concreta de lugares como Monzón y Ejea de los Caballeros.

Apenas una decena de localidades aragonesas tienen una regulación específica de estos locales. Prácticamente todas incluyen que las peñas pasen inspecciones técnicas y que tengan ventilación, extintores y seguro de responsabilidad civil. Las ordenanzas también suelen prohibir el almacenamiento y colocación de material que pueda producir riesgos o acrecentarlos, tales como colchones, elementos inflamables o productos pirotécnicos.

El Justicia de Aragón también ha incidido desde hace tiempo en la necesidad de regular este tipo de locales para garantizar la seguridad e incluso hizo una sugerencia a las diputaciones provinciales en la que aportaba un modelo con el fin de facilitar el trámite a los ayuntamientos más pequeños.

Algunos municipios, como Mallén, han creado zonas específicas para estos locales. En esta localidad de Campo de Borja, en 2007 construyeron un centro de ocio que acoge a 230 peñistas.

"Primero tenemos que solucionar el problema más inmediato que tenemos, que es poner medidas en los locales actuales para evitar que se repitan sucesos como el ocurrido aquí, luego podría plantearse hacer un recinto específico", añadió el alcalde de Borja, que aseguró que los propios padres lo han pedido. "Hay lugares y espacios en los que podría construirse un centro de estas características, pero tienen que querer todas las partes", concluyó Arilla.