Después de haberle prohibido que sus trenes de 550 metros de longitud cargados con 240 turismos circulen por la línea, debido a que su menor velocidad ocasionaba demoras a los convoyes de viajeros, el Administrador de Infraestructuraas Ferroviarias (ADIF) ha anunciado que buscará un nuevo surco u horario que, teniendo en cuenta la rapidez de sus máquinas locomotoras, no provoque incidencias al resto del tráfico.

Desde General Motors confirmaron ayer que su operadora integral de logística, Gefco, a través de la intermediaria Transfesa, ha estado negociando con ADIF una solución para que la empresa fabricante de vehículos de la marca Opel pueda utilizar de nuevo la línea de Teruel, 300 kilómetros más corta que la de Tarragona al ser el camino más recto entre Zaragoza y el puerto de Valencia.

Las mismas fuentes de GM resaltaron que la empresa "no tiene inconveniente en regresar al trayecto de Teruel siempre que resulte eficiente y competitivo". La elección de la línea Zaragoza-Teruel-Valencia el pasado 21 de abril para llevar su mercancía hasta el puerto marítimo de esta última capital con destino a la exportación abrió nuevas expectativas para una infraestructura ferroviaria que ha visto perder en los últimos 20 años prácticamente todo el tráfico de trenes mercantes que poseía antaño.

El gestor de infraestructuras ferroviarias afirmó ayer que el único problema surgido en la línea con la circulación de los trenes de GM es que estos viajaban a 80 kilómetros por hora cuando habían anunciado inicialmente que su velocidad sería de 100 kilómetros por hora. ADIF explicó que ahora buscará un hueco horario para el tren de Opel teniendo en cuenta su velocidad.

"No se puede ir a 80 kilómetros por hora después de haber dicho que irían a 100", señalaron desde ADIF. Al parecer, los trenes de viajeros que salían de Zaragoza después del portacoches de Opel llegaron a registrar retrasos de hasta media hora. "Vamos a buscar un horario que no perjudique al resto del tráfico y ya está. Se trata de acomodar el tren en la línea", zanjó el gestor ferroviario.

ADIF aclaró que en ningún momento el problema se debió a la longitud de los trenes de GM. La empresa llevaba meses realizando pruebas en la línea de Teruel para comprobar si era posible transportar por ella sus coches de nueva fabricación. Tras solicitar algunas pequeñas modificaciones, como limar las aristas de los andenes de las estaciones de Teruel y Segorbe (Castellón), con las que rozaban los trenes, General Motors optó por llevar sus coches al puerto de Valencia a través de Teruel.

Además, el recorrido ferroviario no tiene el sistema conocido como tren-tierra ni tampoco el Control de Tráfico Centralizado (CTC) desde el puesto de mando de Zaragoza. Esta carencia impide que los trenes circulen en horario nocturno, que es cuando no molestarían a los servicios de viajeros, tal y como se hace en otras líneas. Un acuerdo suscrito recientemente entre el Ministerio de Fomento y la DGA solventará estas carencias con una inversión de casi 5 millones de euros.