Decenas de turolenses reivindican la limpieza del Turia con una marcha ciclista junto al cauce
Reclaman más control de los vertidos industriales y quieren concienciar a la población de la importancia del río.
La iniciativa está impulsada por la Asociación Cultural Vivir con el Río, que lleva más de 20 años luchando por que el agua del Turia esté libre de contaminación. De hecho, el trabajo de esta organización contribuyó en su día a que la capital turolense contara con una depuradora de aguas residuales. La presidenta de Vivir con el Río, María del Carmen Hernández, resaltó ayer que si bien la materia orgánica llega al Turia ya depurada, no ocurre lo mismo con los metales pesados. "Los vertidos industriales son más difíciles de controlar y por eso tenemos la duda de si las aguas del Turia bajan limpias", manifestó.
Según Hernández, pese a la mejora del estado de las aguas con respecto a hace dos décadas, la reivindicación de la limpieza del río "sigue siendo necesaria". La presidenta de la asociación destacó que no todas las empresas cuentan con una depuradora y por ello pidió "un mayor control de los vertidos industriales" por parte de las Administraciones. "Nuestra salud depende directamente de la calidad del agua que tenemos, porque de ella bebemos, con ella cocinamos y regamos las hortalizas y las frutas que luego nos comemos", agregó.
Entre los participantes hubo gente de todas las edades, desde los 5 a los 60 años, según explicaron desde la organización. Uno de los más jóvenes fue Guillermo Maicas de 10 años, que por primera vez realizaba el descenso cicloturista entre Teruel y la ermita de la Fuensanta. Los 18 kilómetros de distancia no le resultaron difíciles. "He pedaleado muy bien todo el rato y me ha encantado el paisaje del río", afirmó el chaval, quien se mostró muy sensibilizado con la importancia de cuidar "no solo el río, sino también los pueblos, los caminos y el paisaje en general".
A su lado, su padre, José Ángel Maicas, asentía y subrayaba que "el río es vida y debemos ser conscientes de todo lo que nos aporta". A juicio de este ciclista, el Turia está rodeado de "un entorno privilegiado". Añadió que el descenso cicloturista habría conseguido su fin si los niños y jóvenes aprenden a valorar la importancia de un río limpio.
La asociación Vivir con el Río empezó a funcionar hace 23 años. La entidad fue impulsada desde el centro de salud comarcal de Villel, cuyos facultativos reflexionaron sobre el papel del agua en un territorio cuya población se alimenta en gran medida con frutas y verduras cultivadas por los vecinos en huertos regados por el Turia.
Desde entonces, Vivir con el Río ha desarrollado multitud de actividades en defensa de la salud del agua. La marcha cicloturista es una de ellas. Esta actividad registró en sus inicios una gran participación popular. Tras perder algunos seguidores, en la actualidad recupera el poder de convocatoria que tuvo antaño gracias a la comunicación por las redes sociales.