Un centro de empleo para discapacitados destilará aceites esenciales con aromáticas

La Fundación Impulso promueve un proyecto que generará unos 25 puestos de trabajo.

Las plantas de lavandín están en proceso de crecimiento.
Las plantas de lavandín están en proceso de crecimiento.
Antonio garcía/bykofoto

La Fundación Impulso, entidad sin ánimo de lucro filial del grupo empresarial Térvalis, va a poner en marcha un novedoso proyecto para crear empleo destinado a personas con discapacidad mediante el tratamiento de plantas aromáticas.


La iniciativa, para la cual se ha habilitado una plantación de cien hectáreas de lavandín –cruce entre espliego y lavanda–, tiene como objetivo la configuración de un centro especial de empleo dedicado a la destilación de aceites esenciales y, posteriormente, a la elaboración de un catálogo de productos naturales destinados al mundo de la cosmética.


La plantación, situada en la partida Los Baños de Teruel, comenzó su andadura hace un año, sin embargo, la adversa climatología, con escasa pluviometría, arruinó buena parte de las aromáticas. La incorporación ahora de un sistema de riego por goteo ha reforzado el cultivo y ha permitido, sobre todo, reorientar el proyecto, con el que se pretende emplear a personas con dificultades para adentrarse en el mundo laboral.


El presidente de la Fundación Impulso, Carlos Ranera, señaló que para obtener la suficiente materia prima con la que desarrollar adecuadamente la actividad se requiere un mínimo de dos años de cultivo, si bien manifestó que en el presente ejercicio se podría extraer una pequeña producción para emprender una fase de ensayos.


La columna vertebral del proyecto consistirá en el acondicionamiento de un centro especial de empleo en la Masía Roya –próxima a los campos de lavandín–, con la destilería de aceite esenciales como el eje básico para la posterior elaboración de productos naturales. Según dijo Ranera, se trata de reproducir un modelo de actividad económica que se viene desarrollando desde hace décadas en la Provenza francesa, en donde los campos de plantas aromáticas se extienden a lo largo de muchos cientos de hectáreas. Agregó que la producción de aceites esenciales cuenta con un mercado muy amplio, y sus aplicaciones van desde la industria de la cosmética, a la sanitaria, pasando, incluso, por la alimentación.


Todavía se está madurando la idea, pero inicialmente se ha pensado en la posibilidad de usar los edificios centrales de la Masía para instalar un centro de interpretación del cultivo y procesamiento de plantas aromáticas. En conjunto, se pretende crear 25 puestos de trabajo.


Carlos Ranera dijo estar convencido de las grandes posibilidades de esta iniciativa, en la que participan expertos de diferentes materias."Ingenieros agrónomos, biólogos o químicos –puntualizó– van a hacer que este proyecto sea ejemplar y fácilmente exportable a otros terrenos con pocas alternativas agrícolas como este".


Los expertos creen, además, que la actuación es viable por la inversión necesaria para poner en marcha una destilería, en torno a unos 150.000 euros, fácilmente asumible para el grupo empresarial que sustenta a la Fundación Impulso.

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