Si algo bueno han tenido los complicados años económicos es que la sequía interna se ha traducido en dinamismo exportador. Pero la búsqueda de nuevos mercados exteriores no solo es tabla de salvación en época de crisis, sino que tiene que convertirse en obligación también cuando haya llegado la recuperación.

Lo recomendaba ayer Enrique Asenjo, director territorial de la zona centro de Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación) y expresidente de la compañía en Brasil, a los más de 200 empresarios aragoneses que asistieron ayer a la I Jornada de Apoyo a la Exportación, organizada por Bantierra en Zaragoza y en la que también participaron Javier Paredes y Ana Domínguez, representantes de AFI (Analistas Financieros Internacionales).

"He venido para animarles a exportar, tanto a los que ya lo hacen como los que aún no han salido al exterior. Porque hay que exportar sí o sí, pero exportar con éxito", señaló Asenjo. Y como primera lección de lo que no hay que hacer utilizó una experiencia personal: "Yo me he encontrado con empresas que venían a vender calefacción al norte de Brasil, donde todo el año están a 40 grados de temperatura", dijo el experto de Cesce, para recalcar que antes de acudir a un mercado hay que conocerlo bien.

Asenjo insistió la importancia de protegerse de uno de los mayores peligros al que hay que enfrentarse: el impago. Y ahora más que nunca, reiteró, porque "los riesgos se han deslocalizado" y es complicado saber en qué mercado se estará finalmente vendiendo el producto. "Puede ser que vendas una mesa a una compañía de Lyon, y aunque piensen que han exportado a Francia, en realidad esta compañía la ha vendido a su vez a una firma de Tailandia". Una situación que exige, reiteró ante los empresarios en varias ocasiones, asegurar los cobros. Y como él mismo reconoció que "también he venido a vender mi libro", explicó que en estos años de crisis Cesce ha rebajado un 50% el coste de sus productos, por lo que "no somos caros".

Los representantes de AFI también dejaron recomendaciones para los empresarios asistentes a la jornada. Insistieron en que el tamaño importa, por lo que uno de los desafíos de las firmas aragonesas es "concienzarse de que es preciso establecer alianzas para adquirir la dimensión suficiente que les permita competir en el mercado internacional", explicó Javier Paredes.