Emoción contenida en un pleno que renovará el 50% de los concejales
Alós (PP) hace hoy el traspaso de poderes de la alcaldía al PSOE y Cambiar Huesca.
También tomó la palabra la alcaldesa en funciones, Ana Alós, quien agradeció "la ilusión" y "la entrega" de sus compañeros del grupo popular y la "lealtad" del PAR, con el que firmó un acuerdo de gobernabilidad. Hizo especial mención a José Mª Gella (PP) y a Domingo Malo (PSOE), que no repetirán y "que tienen el récord de celebrar bodas".
Fue una de las pocas concesiones a las bromas en un pleno cargado de emoción en el que Alós y el socialista Adolfo Cajal destacaron la dificultad de compaginar el trabajo político municipal con la vida personal. "La intensidad de la política local es difícil de compatibilizar con el trabajo diario", apuntó Cajal.
Como todos, se mostró orgulloso de haber representado "a mi ciudad". En similares términos se despidió Carmen Cáceres, que coincidió con su compañero en que el ayuntamiento "es un escudo de la política". "Muchos ciudadanos deberían pasar por aquí y conocer los problemas desde dentro", añadió.
Domingo Malo, del grupo del PSOE, reivindicó asimismo el papel de la política municipal y manifestó que para él, haber sido concejal suponía "un deber y un orgullo". Con 20 años en el Ayuntamiento, señaló que "he conocido a cinco alcaldes: Luis Acín, José Luis Rubió, Fernando Elboj, Luis Felipe y Ana Alós". En 1999 también entró su compañera de grupo, Flor Ardanuy, quien aseguró que ayer cerraba un capítulo de su vida y reconoció el trabajo de los técnicos de la Fundación Municipal de Servicios Sociales, extinguida en el mandato de Alós.
Antonio Ruspira (PAR) fue muy parco en palabras a la hora del adiós, lo mismo que Eloy Solano (PP). La popular Ana Acín, que el lunes renunció a seguir en la nueva corporación, también se despidió de forma breve. Y lo mismo hizo José Mª Gella (PP), quien confesó que había olvidado en casa el discurso escrito para la ocasión y apenas pudo hablar por la emoción. Antonia Alcalá, a su lado, tampoco pudo ocultar su tristeza. Agradeció el apoyo del PAR y se mostró "orgullosa de haber compartido estos años con mis compañeros de grupo".
Francho Nagore (CHA) alternó en su intervención el español y el aragonés. Pidió disculpas por los inconvenientes que en los plenos pudieron suponer sus alocuciones en esta lengua: "Solo lo hago por reivindicar su uso público". Al igual que su compañera de grupo, Mariví Monterrubio, llegó al Ayuntamiento oscense hace poco más de un año, tras la dimisión de los dos concejales nacionalistas.
Tras el pleno llegó el momento de los abrazos y el de los apartes, como el que tuvo Ana Alós con Luis Felipe (PSOE) y Pilar Novales (Cambiar Huesca), quienes junto a Aragón Sí Puede pactan la investidura del socialista como alcalde este sábado. Con ambos hará, entre hoy y mañana, el traspaso de poderes de la alcaldía. "He esperado hasta el final para saber a quién tenía que hacer el traspaso", indicó Alós. "Ahora creo que las cosas están muy avanzadas; he hablado con Felipe y Novales, los candidatos de las dos listas mayoritarias que pueden formar ese gobierno", añadió. Como ellos, Alós seguirá en la corporación, pero puede que no asuma la portavocía de su grupo.