El sueño de Alonso se resquebraja
El desastroso inicio de campaña de McLaren siembra de dudas la idoneidad del proyecto mientras desde el equipo culpan a Honda.
Las buenas palabras, el optimismo y los mensajes positivos empiezan a resultar una caricatura de la realidad. Lo que es innegable es que ésta es la peor temporada de McLaren en la historia. Nunca antes habían puntuado en sólo una carrera, con un pobre 8º puesto de Button. Alonso, ni eso: lleva cero puntos, algo que no ocurría a estas alturas del campeonato desde el año de su debut con Minardi.
¿Dónde está el problema? ¿Por qué McLaren ha pasado de ser un equipo de mitad de tabla hacia arriba a uno de media tabla hacia abajo, muy abajo? Todas las miradas apuntan a Honda. La humillante campaña que están protagonizando en su nueva etapa de relación juntos hace que ya sea inviable mantener la idea de que este es un proyecto ganador. La diferencia con Mercedes y Ferrari no sólo no disminuye, sino que aumenta conforme avanzan las carreras. Alonso se empeña en decir que a él eso de luchar por el quinto o el decimoquinto le da igual, que mejor ahora que cuando pelee por campeonatos y que los éxitos llegarán. Pero nada hace pensar que eso vaya a suceder, al menos a corto plazo.
McLaren y Honda, aunque casados, viven vidas separadas. Desde el equipo inglés están convencidos de que pueden revertir la situación, si bien por su lado también han cometido un error de bulto: el motor es malo, sin más, pero el chasis tampoco es la octava maravilla. La idea de base es errónea, la falta de pretemporada no ayuda a que la evolución sea positiva y, sobre todo, la falta de ideas para revertir la situación ha hecho de McLaren un hervidero de aúpa. En El País han destapado, en boca de un miembro del equipo inglés, una frase elocuente: "Es imposible limpiar una mierda, lo que puedes hacer es cubrirla con purpurina".
Más políticamente correcto se mostró Eric Boullier, aunque, mordiéndose la lengua a medias, también señaló a Honda: "Tenemos que ayudarles a acelerar la recuperación". A buen entendedor...
En frío, Alonso lidera el optimismo de un proyecto a largo plazo. Pero en caliente no dudó en soltar: "¡Me hacéis pilotar como un amateur!". Su paciencia será infinita. Hasta que se acabe.
