Se atasca la regularización de cerca de 1.000 viviendas ilegales en Garrapinillos y Peñaflor

Las discrepancias entre los vecinos, el precio que tienen que pagar para urbanizar y la lentitud de los trámites complican el proceso.
Se calcula que hay 12.000 inmuebles de este tipo, pero la mayoría ni siquiera pueden aspirar a entrar en el procedimiento de legalización.

Se atasca la regularización de cerca de 1.000 viviendas ilegales en Garrapinillos y Peñaflor
Se atasca la regularización de cerca de 1.000 viviendas ilegales en Garrapinillos y Peñaflor

El proceso de regularización de casi 1.000 viviendas ilegales en Garrapinillos, Peñaflor y –en menor medida– Fuente de la Junquera está atascado. Son una mínima parte de los inmuebles de este tipo que hay diseminados en el extrarradio de Zaragoza, donde se calcula que hay unas 12.000 edificaciones que se levantaron sin los permisos en regla, algunas de manera organizada –en urbanizaciones– y otras más aisladas y diseminadas por la huerta. Tanto el Ayuntamiento como parte de los propietarios confiaban en lograr que, al menos algunas de ellas, abandonaran el limbo legal en el que se encuentran, culminando así un proceso de regularización que empezó hace casi 15 años.


Sin embargo, aún van a tener que superar varias dificultades para conseguirlo, ya que los intentos de legalización se han encontrado con varios problemas: uno de los principales es el desencuentro que existe entre los vecinos de las urbanizaciones, que no se ponen de acuerdo sobre la conveniencia o no de seguir adelante; además, muchos no están dispuestos o no pueden asumir los costes que tiene la urbanización del suelo, algo necesario para legalizar las viviendas; y por último, la lentitud de los trámites administrativos ha acabado con la paciencia de algunos propietarios.


En 2005, el Ayuntamiento denominó ‘zonas k’ a las urbanizaciones que consideraba que podrían aspirar a la legalización, por cumplir con una serie de requisitos –cercanía con otros núcleos urbanos, anchura de las calles...–. Se trata de Conde Fuentes y Joaquín Costa (Garrapinillos), El Regao y Los Guarales (Peñaflor) y la calle Geranio (Fuente de la Junquera). Todas tienen aprobado el plan especial, uno de los primeros trámites necesarios. En el caso de la calle Geranio los 30 propietarios renunciaron por motivos económicos y de momento solo Conde Fuentes y El Regao han avanzado y han logrado aproximarse al final del proceso.


Ambas presentaron el proyecto de reparcelación, que está por aprobar. Tampoco tienen el proyecto de urbanización definitivo. Urbanismo pactó con los propietarios establecer un sistema de cooperación, por el cual el Ayuntamiento –a través de la sociedad municipal Ecociudad Zaragoza– asumía la gestión de las obras, siempre y cuando los propietarios afrontaran y garantizaran los costes que tiene. Según apuntaron diversas fuentes, se pactó este sistema para que el Consistorio pudiera forzar el pago, incluso mediante embargos, de los vecinos que previsiblemente se opondrán al proyecto.


Una de las claves será saber cuánto tendrá que poner cada propietario. En el caso de Conde Fuentes, el proyecto cifra el coste de la urbanización en 8,3 millones de euros. Sin embargo, puede subir hasta los 12 millones si se incluye el soterramiento de las líneas de alta tensión, la instalación del gas y el 10% del aprovechamiento urbanístico que hay que ceder al Ayuntamiento. La factura se tendrá que repartir entre los 372 propietarios. El recibo medio rondaría, por tanto, los 30.000 euros, aunque dependerá de las ofertas que se consigan de las constructoras y del tamaño de la finca. Una asociación administrativa está llevando los trámites, aunque no todos los vecinos de la urbanización son miembros ni acuden a las reuniones, por lo que no participan en la toma de decisiones. Algunos critican que los costes de urbanización "se han triplicado"durante el proceso, y reclaman que se haga una votación entre todos los propietarios para ver quiénes quieren (y pueden) afrontar el proyecto. Desde la asociación, por su parte, defienden que "en las votaciones siempre se decide continuar", y admite que puede haber problemas "si hay vecinos que no ponen el dinero"

Fuerte oposición en Peñaflor

El proceso está aún más atascado en Peñaflor. Allí el plan de legalización afecta a 415 viviendas repartidas en cinco urbanizaciones: El Regao, Los Guarales, Los Guarales 77, Dehesa-Boalar y Los Rosales. Aunque los trámites administrativos siguen sus lentos trámites en Urbanismo, parece que el proyecto pierde fuerza entre los vecinos. En la última reunión, de los 180 propietarios que acudieron solo 22 votaron a favor de continuar. Sin embargo, para disolver la asociación hace falta el 85% de los votos contrarios, un porcentaje que no se alcanzó. "Estamos en un callejón sin salida", apunta Floreal Torguet, vecino, quien asume que "el ambiente se ha deteriorado por la crisis y el paso del tiempo"